
La negociación de Trabajo y los agentes sociales sobre los Ertes de fuerza mayor logró por fin un acuerdo esta semana cuyo alcance real, con todo, debe matizarse. Es cierto que el Ministerio acepta una prórroga de su vigencia pero ésta se limita a junio.
No se logra así el objetivo de patronales y UGT de extenderlos más allá del verano, como exige una reactivación que será lenta (ni Madrid ni Cataluña, los dos motores del PIB, accederán a la Fase I este lunes). También debe calibrarse el alcance de la flexibilización para los despidos que Trabajo admite. Es cierto que ahora serán posible recortar plantilla si la empresa está en riesgo de entrar en concurso. Ahora bien queda a la discreción de Trabajo determinar cuándo se da esa situación.