
Netflix. los gigantes de la tecnología, las mega corporaciones y EEUU. La bolsa ha decidido quiénes serán los ganadores a largo plazo de la crisis del coronavirus. Basta con echar un vistazo a la forma en que las cotizaciones se mueven durante el último mes para ver que unas pocas empresas, sectores y países salen claramente adelante, mientras que otros, como las pequeñas empresas y los mercados emergentes, han sido golpeados. Pero aguarden. En realidad, todavía no sabemos casi nada sobre el Covid-19, y menos aún sobre su impacto a largo plazo en la economía mundial. El mercado se ha equivocado muchas veces.
Netflix está en máximos históricos; tal vez no sea muy sorprendente ya que la mayoría de nosotros no tenemos mucho más que hacer que ponernos al día con cada serie que nos perdimos durante el último año. También Amazon se está convirtiendo en un servicio esencial, mientras que Zoom vale ahora más que toda la industria aérea americana junta. En Reino Unido, el gigante de la entrega de comestibles Ocado ha visto sus acciones subir casi un tercio desde el comienzo de este año. Mientras tanto, la bolsa americana ha bajado un 8% relativamente trivial, mientras que los mercados emergentes se han hundido un 40%. Al mismo tiempo, las grandes compañías en el FTSE-100 o el S&P500 han superado masivamente a las pequeñas compañías en las bolsas europeas más reducidas. En resumen, si eres un gran gigante de la tecnología americana eres un ganador, y si eres un pequeño fabricante checo eres un perdedor.Y sin embargo, ¿eso tiene realmente sentido?
EEUU tiene la respuesta gubernamental más incompetente de todo el mundo
Tomemos como ejemplo a Netflix. Lo ha hecho muy bien este mes, agregando 16 millones de nuevos suscriptores en unas pocas semanas. Pero en seis meses no tendrá nuevos programas, así que ¿toda esa gente se quedará o se dará de baja? Y competidores como Disney+ han utilizado el bloqueo para hacerse con un lugar en el mercado (con niños aburridos en casa, una suscripción mensual de 5,99 libras a Disney parece un gran negocio para muchos padres). Netflix ya no es el único servicio de streaming que existe, y eso hará que mantenerse por delante de la competencia sea mucho más difícil y caro. ¿Y Amazon? De nuevo, ha tenido una gran impulso hasta ahora, extendiendo su alcance y su base de clientes. Pero a medida que se parece más y más a una utility esencial, puede que se enfrente a más regulaciones, y posiblemente a la propiedad estatal.
Es más, ¿EEUU está realmente ganando? Claro que sí: tiene muchas tecnológicas, y la fuerza de ese poderoso sector explica gran parte del rendimiento superior de su mercado de valores. Pero también parece tener el mayor número de muertes por el virus, y la respuesta gubernamental más incompetente. Ciertamente, EEUU ya no es un líder mundial como lo fue durante gran parte del siglo pasado: no hay señales de un Proyecto Manhattan para curar la enfermedad, ni de un Plan Marshall para arreglar la economía mundial. En lugar de ello, es muy posible que acabe de ceder el liderazgo mundial a China, y que salga significativamente debilitados.
Aunque los mercados no lo diga ahora, los países emergentes saldrán fortalecidos
Asimismo, ¿son los mercados emergentes perdedores? Pierden la confianza inversiones, sus monedas son débiles, y sufrirán por la desaceleración del comercio mundial. Sin embargo, hasta ahora no han visto nada parecido a las mismas tasas de infección que el mundo desarrollado. Vietnam aún no ha registrado ni una sola muerte por Covid-19, y parecen que ha detenido su expansión. A Europa Central y Oriental le ha ido mucho mejor que a Europa Occidental, con países como la República Checa que han reabierto escuelas y tiendas incluso cuando las fronteras permanecen cerradas para evitar que la enfermedad llegue desde Alemania e Italia. Las poblaciones más jóvenes y los Gobiernos más decididos (aunque a veces se les critique por ser autoritarios) pueden hacer que esos países escapen relativamente ilesos, y pueden recuperarse mucho más rápido que un mundo desarrollado que verá tasas de mortalidad masivas y terminará paralizado por la deuda durante generaciones.
¿Y deberían las grandes empresas superar a las pequeñas? Claro, en primer lugar, unos balances más sólidos significan que pueden salir de esta crisis en mucho mejor forma, y su fortaleza significa que serán las primeras a medida que las economías empiecen a reabrirse de nuevo. Pero durante los períodos de cambio sin precedentes, suelen ser las empresas más pequeñas las que se adaptan más rápidamente, mientras que las grandes corporaciones se empantanan. Son mucho más flexibles, y pueden cambiar de un modelo de negocio a otro a la velocidad del rayo. Y cuando las ventas se hacen mayoritariamente por internet, como lo han hecho de manera decisiva durante esta crisis, eso siempre favorece a las pequeñas empresas. ¿Por qué? Porque el campo de juego se nivela de repente. Los especialistas, los fabricantes artesanales de alimentos y bebidas, los pequeños restaurantes, los pequeños diseñadores de moda y los editores y emisores especializados encuentran que pueden superar a los gigantes mundiales.
En realidad, es posible que dentro de unos años recordemos esta crisis y veamos que los grandes ganadores fueron los mercados emergentes, que China superó a EEUU como líder de la economía mundial, que la UE se deslizó aún más hacia la irrelevancia, que las pequeñas empresas le quitaron cuota de mercado a los gigantes y que las grandes empresas de tecnología se extralimitaron y empezaron a tambalearse. Eso no es lo que el mercado está diciendo ahora mismo. Pero en realidad no tenemos ni idea de quiénes serán los ganadores y perdedores todavía. Lo que podemos decir es esto. Nuestras primeras conjeturas ciertamente van a estar equivocadas - y los verdaderos ganadores no serán quienes esperamos.