
La sociedad española celebra este viernes otro Primero de Mayo, el Día Internacional de los Trabajadores, pero esta vez lo hace en un contexto inimaginable hasta ahora: familias y amigos confinados, en un escenario económico incierto y con un mercado laboral duramente golpeado por la crisis del Covid-19. En definitiva, una situación de la que todos queremos salir cuanto antes y en la que debemos tratar de buscar esa salida desde el trabajo conjunto.
Para ello hay que dar los pasos adecuados y, aunque tenemos planteamientos sobre cómo darlos, sabemos que el único camino posible es el del diálogo social, una herramienta fundamental de concertación social y avance económico y un instrumento vital de progreso dentro del marco democrático. Ese es el camino para darle la vuelta a esta situación.
Las reformas son necesarias para modernizar el tejido productivo y hacer frente a los retos
Recientemente, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha trazado este camino.
En la segunda edición de su Observatorio, publicado el pasado 7 de abril, planteaba lo que ha llamado los cuatros pilares fundamentales en la lucha contra el Covid-19 a partir de las normas internacionales del trabajo.
En primer lugar, citaba la necesidad de estimular la economía y el empleo mediante un política fiscal activa, una orientación flexible de la política monetaria y préstamos y ayuda financiera a sectores específicos, incluida la salud.
A continuación, el segundo pilar hacía una llamada a proteger a las empresas y a los empleados mediante una ampliación de las medidas de protección social, de mantenimiento del empleo y también a través de la oferta a las empresa de ayuda financiera y fiscal.
El tercer pilar se dirigía a proteger a los trabajadores en el lugar de trabajo reforzando las medidas sociosanitarias, adaptando las modalidades de trabajo, previniendo la discriminación y la exclusión o poniendo la sanidad a disposición de toda la población.
Llegados al cuarto de estos pilares, la OIT hacia un importante llamamiento a fortalecer la capacidad y la resiliencia de las organizaciones de empleadores y de trabajadores y a hacer lo mismo con el diálogo social, la negociación colectiva, las instituciones y los mecanismos de las relaciones laborales. Como decía al principio, nos sumamos intensamente a este llamamiento.
Patronales y sindicatos son necesarios y una garantía de sociedad plural
Es evidente que queda por delante mucho camino que recorrer en la desescalada. Las empresas y sus trabajadores tienen un reto sin precedentes desde este momento. Pero es un reto que requiere que juntos lo afrontemos, intercambiando pareceres y enriqueciendo juntos nuestros planteamientos.
Hasta ahora, hemos demostrado que el diálogo social es un arma poderosa para encontrar soluciones en favor del bien común, que engloba, como no podía ser de otra manera, el que el mayor número de personas pueda contar con un empleo de calidad.
En este sentido, también quiero aprovechar para poner en valor, no solo es diálogo social que reclamamos constantemente, sino también el papel fundamental que juegan los sindicatos dentro del marco constitucional y democrático.
Como ya hemos señalado en muchas ocasiones desde CEOE, los sindicatos, como las propias organizaciones empresariales, son una garantía de sociedad plural y una institución necesaria para que, desde su trabajo honesto y constructivo, haya en España una tradición de concertación social que a día de hoy es un modelo fuera de nuestras fronteras.
Para terminar, no quiero dejar de lanzar una mirada al futuro. Si defendemos a propósito de este Primero de Mayo el valor del diálogo social para encauzar la actual situación de crisis, también lo hacemos porque creemos que es el foro para sentar las bases de la que debe ser la recuperación y ojalá un nuevo periodo de bonanza en beneficio de todos.
En este sentido, el diálogo social debe ser el marco natural de las reformas necesarias para la modernización de nuestro tejido productivo, para hacer frente, entre otros, a los retos de la reactivación de la industria, la digitalización o el cambio climático.