Todo el sector turístico sufre un parón forzoso desde marzo y su reactivación será especialmente difícil. Como explica en elEconomista el presidente de Exceltur, Gabriel Escarrer, aunque se cumpla la previsión de que los hoteles reabran en junio, afrontarán una demanda en mínimos y restricciones en el transporte.
Ante un horizonte así es lógico que Escarrer critique la evidente falta de alcance en las ayudas dirigidas a este sector. Una línea de crédito de 400 millones palidece frente a las pérdidas milmillonarias previstas. El sector necesita más liquidez y moratorias en el pago de sus impuestos. Si el Gobierno desoye esta llamada, el PIB perderá uno de sus motores clave y se sumirá en una recesión aún más grave y en mayor pérdida de empleo.