La crisis del coronavirus golpea a las empresas en todos sus frentes y uno de los que más se resienten es su capacidad para pagar dividendos.
El análisis del EuroStoxx revela cómo nueve de sus integrantes cancelan sus pagos con cargo a 2019; siete lo posponen y una lo recorta. No hay ningún viso de próximas mejoras ya que los analistas prevén que el 90% de las empresas del selectivo europeo rebajen la remuneración al accionista ligada al ejercicio 2020. La búsqueda de un buen dividendo resulta así casi imposible y tomarlo como guía para futuras inversiones resultará inútil. Mucho más importante será valorar otro tipo de fortalezas, como la resistencia al ciclo económico o la capacidad para generar ingresos recurrentes.