
Los actos multitudinarios constituyen un foco especialmente propenso para la transmisión de agentes patógenos como el coronavirus.
Es por ello que resulta comprensible que esta crisis esté influyendo en el sector de las ferias y congresos en las ciudades españolas en las que son más habituales: Madrid y Barcelona, con nueve eventos afectados. Ahora bien, el proceso se conduce de forma ordenada y con racionalidad. En la mayoría de los casos debe hablarse de aplazamientos hasta que la situación esté más controlada, y no de cancelaciones o suspensiones definitivas. Es más, existen ejemplos muy recientes, como las ferias Arco y Aula celebradas sin ningún contratiempo en las instalaciones de Ifema, que demuestran por qué no hay base para medidas guiadas por el pánico.