Opinión

Dividendos que sirven para pagar créditos

Foto: Archivo

La primera vez que escuché hablar de una acción fue de Iberduero, unos títulos que conservaba mi abuela, que le había dejado en cartera mi abuelo. Años más tarde, descubrí, con razón, que de la retribución de aquellas eléctricas se decía el dividendo de las viudas. Una rentabilidad construida por los ahorradores para compensar pensiones que entonces ya eran bajas.

Los títulos de mi abuela se vendieron antes de que Iberduero se fusionase con Hidrola, en el año 92, y se perdió la posibilidad de "extender talones de pasión, que son pagados con victorias". La frase, ya me gustaría que fuese mía, es de ese genio que recordaremos con admiración que es David Gistau.

Alguien que conserve acciones de Iberdrola del año después de los fastos de la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos conserva un gran tesoro, porque el título se ha revalorizado del euro a los 11 euros. Pero entre tanta revalorización, tiene una joya, para mí casi mayor y que no siempre se valora, que es la escalabilidad de la retribución, si la compañía es capaz de hacer crecer sus beneficios.

La retribución por dividendo de los títulos que se compraron en el año 93 roza hoy el 33%. A nadie le diría hoy que vendiese esas acciones con esa remuneración. Incluso en caso de necesidad para comprar algo, les aconsejaría antes pedir un crédito y pagar los intereses, que siempre serán muy inferiores que lo que rentan esas iberdrolas.

Con el tiempo y una correcta elección de las compañías, los dividendos pueden pagar créditos. El problema es que lo que no tenemos es la capacidad siempre certera de seleccionar la compañía en la que la retribución va a crecer. Hace una década, por ejemplo, nunca hubiésemos metido en cartera títulos como Inditex o CIE por sus dividendos. Inditex la hubiésemos comprado por Zara, por su internacionalización o su caja, y en el caso de la firma auxiliar de automoción, porque estaba en todas las carteras de todos los gestores que buscaban valor. El único miedo que daba el título es si esos gestores se ponían a la vez a vender paquetes.

La realidad es que CIE e Inditex, que no eran firmas de dividendos, si hoy se conservan en cartera rentan entre el 20% y el 15%

La cara opuesta de la moneda es Telefónica. Su rentabilidad por dividendo de hace una década ha menguado a un 3%. Fui un convencido de que había que tenerla siempre en cartera por el dividendo, pero el error ha sido mayúsculo. En un negocio donde hace 15 años pensábamos que los arpus no iban más que a dispararse y que las telecos eran las únicas ganadoras del smartphone, WhatsApp y lo que ha llegado después les ha dejado como plataformas de series y fútbol, donde su margen se ha reducido abultadamente. El 40% sobre ebitda que rozaron en 2009 es hoy del 32%. Y el margen ebit del 24 es ahora del 13. Quizás sería bueno cortar el dividendo y reducir deuda.

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