
Hacienda adelanta que, en la nueva financiación autonómica, impulsará la armonización entre territorios de los impuestos de Sucesiones y Patrimonio. Resulta indudable que su objetivo es acabar con la bonificación de estos tributos que Gobiernos como el madrileño aplican.
De hecho, la ministra Montero volvió a señalar a esos Ejecutivos con la injusta acusación de hacer dumping. La realidad es muy diferente: esas autonomías cuentan con pleno derecho a ser competitivas en materia tributaria y atraer inversiones. La medida que Hacienda impulsa no sólo cercena esa libertad. Además, desoye los argumentos de las empresas. Como el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, explica en elEconomista, la presión fiscal ya es excesiva en el conjunto de España.