El Gobierno tiene definido cómo revisará la retribución que reciben, con cargo a la tarifa eléctrica, las plantas de renovables, residuos y cogeneración. Estos tres sectores percibirán 1.000 millones anuales menos hasta 2025. Sorprende el desequilibrio que subyace a este ajuste. El grueso (450 millones) se concentra en la cogeneración, pese a que cuenta con mucha menor potencia que las otras dos tecnologías.
Pero, sobre todo, cuesta entender cómo se concilia un recorte tan agresivo con la buena situación que el sistema eléctrico muestra. Lejos de estar en crisis, sus cuentas arrojan superávit y la deuda baja. El castigo al que está abocada la cogeneración es del todo inesperado para el sector, por lo que convendría, no sólo explicarlo, sino también buscar vías para mitigarlo.