Así se repartirá el poder en las empresas públicas
Dicen que la conflictiva salida del ya expresidente de Red Eléctrica (REE), Jordi Sevilla, es sólo el inicio del relevo que el Gobierno de coalición ya prepara en las cúpulas de varias empresas públicas del país. Al menos eso se comenta en el Palacio de la Moncloa, desde donde apuntan también que Pedro Sánchez parece haber impuesto a Pablo Iglesias un acuerdo que limita, y mucho, la capacidad de actuación de Unidas Podemos en estos relevos. De hecho, cuentan que la formación morada no tendrá ni voz ni voto en los cambios que el Ejecutivo podría acometer en compañías como SEPI, Paradores, Enresa, Tragsa, Puertos del Estado y Agencia EFE. En cambio, Sánchez sí que les reservará "sillones de menor rango" en organismos clave, curiosamente todos centrados en el ámbito económico. Se habla en concreto de la CNMC, la CNMV o la AIReF. Hay quien dice que en Unidas Podemos aspiraban a mucho más en lo que se refiere a este reparto de puestos, pero que se han encontrado con un programa de relevos ya cerrado "y no han tenido más margen de negociación. "Está por verse qué cambios tendrán lugar finalmente, pero nadie duda de cuáles son los puestos clave que quieren controlar", dicen en círculos cercanos al Gobierno.
Malestar en el Ejército por sus bajos salarios
Los militares están molestos con las reciente declaración de la ministra de Trabajo Yolanda Díaz en la afirmaba que "no se puede vivir con menos de 950 euros". Y es que, por lo que parece, los rangos más bajos de las Fuerzas Armadas cobran un sueldo menor que el nuevo SMI. "Hay miles de soldados que están por debajo de esa cantidad", aseguran fuentes militares. Por lo visto, el Ejército utilizará el argumento del alza del SMI para presionar a la titular de Defensa Margarita Robles. "Ella tiene el compromiso de subirnos el sueldo. Esperemos que lo cumpla. Así dejaremos de vivir con menos de 950 euros", sentencian desde una asociación militar.
¿Qué ciudades optan ahora al Hermitage?
El incomprensible veto que Ada Colau ha impuesto y que, de momento, impide ubicar el Museo Hermitage en Barcelona ha originado movimientos en otras ciudades que ya se postulan para acoger tan prometedora inversión. El viernes, el Ayuntamiento de Madrid confirmó que está dando pasos para "robar" el museo a Barcelona. Pero dicen que no está sola en esta carrera. De hecho, cuentan que Valencia, Alicante, Málaga o Lisboa también abren sus puertas al Hermitage.