El Ejecutivo ha rechazado tres medidas claves que Podemos exigía: ingreso mínimo vital, derogación total de la reforma laboral y adelanto de la edad de jubilación a 65 años. Sin duda, el contenido del acuerdo de Gobierno de coalición ya plantea un escenario económico negativo. Pero asumir estas tres medidas crearía una situación crítica.
No puede extrañar, por tanto, que se ponga una barrera a la renta básica, insostenible desde el punto de visto del gasto y el déficit. Tampoco sorprende el rechazo al fin de la vida laboral a los 65 años, si se tiene en cuenta la situación de la Seguridad Social. Y lo mismo ocurre con la involución del mercado laboral a 2012, que supone restar a España toda capacidad de competir en una economía globalizada y más digitalizada.
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