Las empresas más grandes por capitalización del Ibex no han sido capaces de mantener el valor de sus títulos en la última década.
Muy al contrario, las mayores cotizadas han destruido un 50 por ciento de media su beneficio por acción, perjudicando con ello al inversor a largo plazo que, aunque ha cobrado jugosos dividendos, ha perdido buena parte de su inversión en las compañías. No obstante, existe la excepción de Inditex, que ha incrementado sus ganancias por título un 174 por ciento. A pesar de ello, las caídas del beneficio por acción evidencia que existen oportunidades más allá de las conocidas como blue chips. Lo demuestra la capacidad de crear valor para los accionistas que Ence, CIE, Amadeus o Aena han demostrado durante el periodo.