El gasto de la Generalitat valenciana en publicidad institucional se cuadruplicó entre 2015 y 2018 respecto a su nivel en la legislatura anterior, aún bajo Gobierno del PP. El desembolso podría ser aún mayor si se cuentan partidas destinadas a medios y que figuran en otros capítulos, como el relativo al fomento del valenciano.
En cualquier Gobierno resultaría chocante un aumento tan agresivo del gasto en una partida que no responde a ninguna necesidad de los ciudadanos y que, según todos los indicios, sólo contribuye a fomentar el apoyo mediático a las políticas del presidente Puig. Pero aún resulta más escandaloso en un Ejecutivo que asegura no tener recursos para sufragar sus servicios públicos como justificación para elevar su déficit.
