
El proceso de venta a Carlyle de entre el 30 y el 40 por ciento de la participación que Mubadala tiene en Cepsa concluirá a finales de año. Pero ya se conocen detalles de la operación debido al acuerdo de accionistas que ambas partes firmaron el pasado 7 de abril. En dicho documento se concreta que el fondo estadounidense contará con tres representantes en el consejo frente a los cinco de Mubadala, lo que es lógico habido cuenta de que su participación será menor.
Pero eso no quiere decir que Carlyle se convierta en un mero comparsa en Cepsa. Al contrario, el fondo tendrá derecho de veto en aspectos claves como la política financiera, los dividendos, la estrategia de negocio y el nombramiento de directivos, ya que estas decisiones deberán tomarse por unanimidad. Quizá sorprenda el poder que tendrá Carlyle en la petrolera a pesar de tener una participación minoritaria. Pero la generosidad de la que hace gala Mubadala al aceptar tales términos en el acuerdo facilitará concluir con éxito un proceso de venta que inyectará liquidez a la compañía. Igual de positivo resulta que ambos fondos hayan pactado también mantener la estrategia, el plan de negocio y la política financiera actual de la petrolera. Con ello, tanto Mubadala como Carlyle reconocen el acertado camino que el equipo directivo actual, encabezado por Pedro Miró, lleva a cabo en la compañía. Sin duda, la diversificación ya iniciada en Cepsa hacía el segmento eléctrico, así como el aumento de la inversión en exploración, suponen medidas que impulsarán a la firma en el futuro. De ahí que el acuerdo de accionistas firmado por Carlyle y Mubadala solo puede ser calificado como positivo para los futuros intereses del negocio de Cepsa.