
A la hora de hacerse con un coche, lo más normal es que el comprador esté algo indeciso y que, por lo tanto, necesite comprobar que todas las piezas del vehículo funcionan correctamente. Por esa razón las pruebas de conducción son una parte esencial en el proceso de compra de un coche, ya que independientemente de si es nuevo o de segunda mano, es importante comprobar cómo circula el coche antes de cerrar el trato.
Estas pruebas de conducción son una parte más del día a día de los vendedores, y normalmente basta con unos minutos para asegurarse de que no hay ningún inconveniente. Sin embargo, hay veces en las que un trabajo rutinario puede complicarse inesperadamente. Eso es precisamente lo que le ocurrió a un comercial estadounidense que se llevó una multa por un problema con la matrícula.
En profundidad
Robbthecarguy es un vendedor de coches de Florida que comparte contenido en redes sociales sobre su trabajo. Normalmente da consejos sobre mecánica o marcas de vehículos, pero en uno de sus últimos vídeos ha denunciado una situación vivida con dos agentes de tráfico. Según explica en su cuenta de TikTok, le pusieron una multa de 160 dólares por un error del policía.
Y es que tal y como cuenta Robb, en su concesionario utilizan una matrícula con imán que colocan en los vehículos a prueba. El problema comenzó cuando se dispuso a revisar un modelo en el que tanto la parte delantera como la trasera eran completamente de plástico. Es decir, en las zonas en las que se suele colocar la matrícula no había metal, por lo que la matrícula magnética no se podía colocar.
Como solución, el vendedor buscó cualquier parte del coche en la que el imán pudiese colocarse, y finalmente puso la placa al lado de una de las puertas traseras. Poco después, mientras realizaba la prueba, la policía le detuvo porque, a priori, no llevaba matrícula. Tras ser parado, Robb explicó que la había tenido que colocar fuera de sitio porque no había metal en otras zonas del coche.
Aún así, el policía recordó que no se podía circular con la matrícula en el lateral del vehículo. "Soy un concesionario. Estoy probando el vehículo para asegurarme de que esté bien. No hay metal en la parte trasera", respondió Robb. A pesar de su razonamiento, el agente se mantuvo firme y le puso una multa porque, según comenta el vendedor en su vídeo, debería haberla puesto en el parabrisas.
Así terminó la historia
Además de la sanción económica, el policía obligó a Robb a colocar su matrícula correctamente para reanudar la marcha. El comerciante, que estaba finalizando la prueba en el momento de la detención, trató de convencerle de que le dejase llegar hasta el concesionario: "Mi taller está al otro lado de la calle. Puedes verlo desde aquí." Sin embargo, el agente no le permitió arrancar y, finalmente, Robb tuvo que entrar a una tienda a comprar material para quitar el imán y atornillar la matrícula a la parte trasera.