
Seat desacelera en sus planes de lanzar la marca Cupra en Estados Unidos. La automovilística de Martorell anunció ayer que pospone la idea más allá de 2030 ante "los retos actuales del sector" y en respuesta "a la evolución de las dinámicas del mercado".
"No estamos cancelando, solo posponiendo nuestro lanzamiento en Estados Unidos. Continuaremos analizando la evolución del mercado en los próximos años para determinar el mejor momento y enfoque, alineados con la visión a largo plazo de la marca. Mientras tanto, Cupra aprovechará el fuerte impulso que ha logrado en los territorios clave en los que está presente y pronto se expandirá a nuevos mercados de alto potencial para ampliar su presencia global", ha explicado en un comunicado Sven Schuwirth, vicepresidente ejecutivo de Ventas, Marketing y Postventa de Seat.
La decisión llega justo un día después del acuerdo arancelario alzancado entre la Unión Europea y EEUU. En un principio, con Wayne Griffiths todavía a los mandos de Seat, la hoja de ruta pasaba por desembarcar en el país norteamericano con dos modelos. Uno de los modelos se fabricará en las instalaciones que Volkswagen tiene en Norteamérica, aunque no precisó si será en Estados Unidos o México. Sobre el otro, se aspira a que se pueda ensamblar en la planta de Seat en Martorell. El socio escogido para acompañarle en esta nueva etapa era el grupo de distribución Penske Automotive. Sin embargo, los movimientos de Donald Trump en la Casa Blanca y la incertidumbre generada en el mercado ha dejado en pausa sus planes en el país.
Seat también ha hecho balance del primer semestre del año. Cerró el periodo con un beneficio operativo de 38 millones, lo que supone un 90,6% menos interanual por el impacto de los aranceles europeos impuestos al Cupra Tavascan, que produce en China. Los resultados ya se divulgaron el viernes, cuando Volkswagen hizo públicas sus cuentas hasta junio. La compañía ha anunciado que reforzará el control de costes, se centrará en velar por la "calidad de sus márgenes" y en explotar el potencial de su gama ampliada de modelos para mejorar los beneficios en la segunda mitad del año.
En una publicación en su cuenta de Linkedin, el consejero delegado interino de Seat, Markus Haupt, ha afirmado que la filial española de Volkswagen, que cuenta con las marcas Seat y Cupra, "intensificará los esfuerzos para aumentar las ganancias, garantizar la calidad de los márgenes, ejercer un estricto control de costes y maximizar el potencial de la gama ampliada de modelos".
"Seguimos manteniendo un diálogo constructivo con la Comisión Europea para abordar esta situación y confiamos en alcanzar una solución positiva en un futuro próximo", ha aesgurado el directivo. Además, Seat ha recordado que "la reducción temporal y planificada de la producción en la fábrica de Martorell como parte de su transformación previa a la producción de la familia de coches eléctricos urbanos del Grupo Volkswagen en 2026 también ha influido en los resultados".
La compañía barcelonesa está preparando el lanzamiento del Cupra Raval, el que será su primer eléctrico y que se fabricará en la planta de Martorell a partir de 2026.