
150 unidades de los últimos modelos de Ferrari tomaron las carreteras andaluzas en la última semana del mes de mayo. Una experiencia inolvidable para los conductores llegados de 25 países de los cinco continentes que pudieron disfrutar de sus coches en un entorno paradisíaco
En el mundo del automóvil hay marcas normales, que hacen coches para el gran público, marcas premium con vehículos muy lujosos, otras que hacen magníficos deportivos y coches muy exclusivos. Y un paso por encima de todas está la legendaria marca Ferrari que levanta pasiones allá por donde pasa. Y la mejor prueba de que Ferrari es una marca diferente ha sido esta experiencia, denominada Cavalcade Sevilla, en la que 150 orgullosos propietarios de modelos de Ferrari han recorrido más de 1500 km en cuatro días por las carreteras andaluzas.
A su paso por las ciudades y pueblos recorridos, las personas salían a las calles para disfrutar de estos coches circulando, con ese sonido embriagador de los motores V8 y V12. Incluso en algunas ciudades, los niños han salido de sus clases en el colegio para dar la bienvenida a los participantes y disfrutar de este evento que, probablemente, no volverán a ver en su vida.
Seguro que muchos de ustedes han leído o conocen lo que es la Mille Miglia, una carrera de resistencia para coches muy antiguos que cada año se celebra en Italia. Es una prueba en la que se recorre Italia desde el norte hasta el centro pasando por los centros urbanos por los que pasaba en los años cincuenta una de las carreras más legendarias del automovilismo junto con las 24 Horas de Le Mans, el Rallye de Montecarlo o las 500 Millas de Indianápolis: la Mille Miglia.

Pues bien, en esta Mille Miglia moderna, los habitantes salen a las calles a ver pasar unos magníficos coches deportivos de una forma parecida a como probablemente lo hacían sus abuelos cuando Fangio, Taruffi o Stirling Moss disputaban la carrera original en los años cincuenta con sus Ferrari, Maserati, Alfa Romeo o Mercedes.
Gran expectación
Al finalizar esta edición de Cavalcade Ferrari Sevilla, que de alguna forma se puede comparar con el recorrido de la Mille Miglia moderna, los participantes han comentado que la expectación que han visto por las calles de los pueblos atravesados en estos cuatro días era la misma que se vive en Italia.

Pero había una diferencia muy importante entre ambas "competiciones": el tipo de coches. Mientras que en la prueba italiana los coches son los clásicos originales, de los años 40 o 50, en este caso han sido coches modernos. De hecho el más antiguo de los vehículos participantes ha sido un Ferrari F50 de 1995.
La razón es clara: los coches participantes en esta Cavalcade Sevilla se iban a ver sometidos a un gran esfuerzo mecánico, recorrer más de 1.500 km en solo cuatro días. Y por ello sus propietarios, que en muchos casos tienen en sus garajes también unos cuantos modelo clásicos de Ferrari, no querían sorpresas que les hicieran quedarse parados por el camino. Pero si ha habido vehículos muy exclusivos. Por ejemplo 29 unidades del SP3 Daytona, un coche muy exclusivo de la marca italiana.
Afluencia de público
La afluencia de público a los parques cerrados y por las calles de los pueblos ha sido máxima. El cariño con el que se ha recibido esta Cavalcade Ferrari ha sido impresionante. No solo los participantes se han mostrado impresionados, también los organizadores, la propia marca italiana, están sorprendidos del éxito alcanzado. Y es que era la primera vez que esta reunión se celebra en España, cuando hasta ahora casi siempre se ha hecho en Italia.

A lo largo de los cuatro días, esta caravana multicolor, pero en la que el mítico rojo Ferrari ha sido el gran protagonista, han recorrido más de 1.500 km por una carreteras preciosas a lo largo de toda la geografía andaluza y con una climatología muy buena.
El primer día, se partía desde Sevilla en dirección a Morón de la Frontera, la "puerta" de la Sierra Sur, para continuar hacia Arcos de la Frontera, uno de los pueblos blancos más pintorescos enclavado en un acantilado con vistas al valle del Guadalete. Después de atravesar las colinas de Medina Sidonia, los participantes llegaban a Cádiz, antigua ciudad portuaria bañada por el Atlántico. De vuelta a Sevilla, una visita a Jerez de la Frontera, una ciudad mundialmente famosa por sus vinos de Jerez y por su escuela de arte ecuestre.
Recorrido insuperable
El segundo día estaba dedicado a la campiña andaluza, entre reservas naturales y vestigios históricos fascinantes. Atravesando el valle del Guadalquivir, la Cavalcade se dirigía hacia Lora del Río y, luego se bordeó el Embalse de José Torán, una presa enclavada en plena naturaleza. El camino continuaba hacia Palma del Río, famosa por su majestuoso Palacio Portocarrero de estilo renacentista, y de allí se cruzaba el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos, hasta llegar al precioso Palacio de Moratalla y sus Jardines, toda una joya arquitectónica conocida como el «Versalles andaluz».

La tercera jornada estaba dedicada a las montañas andaluzas y a la costa del Mediterráneo, con un viaje espectacular que recorría la Sierra de Grazalema, entre pueblos pintorescos enclavados entre cañones e imponentes paredes de roca caliza. Los viajeros "ferraristas" visitaban la legendaria ciudad de Ronda, suspendida en un gran desfiladero, con su mítico puente, y la Sierra de las Nieves, reserva de la UNESCO, pasando por El Burgo y Ojén. La llegada a Marbella estaba marcada por una parada en el exclusivo Puerto Banús. Y por supuesto era obligado el paso por el Circuito de Ascari, donde los participantes pudieron liberar adrenalina rodando en uno de los circuitos más bonitos del mundo, entre encinas.
El último día se recorrían paisajes rurales y pequeños pueblos que muestran la Andalucía más auténtica, como La Puebla de Cazalla, La Romera, Pruna y Algámitas. Osuna, una de las ciudades monumentales más elegantes de la provincia de Sevilla, brindó una parada especial para los participantes, con una visita exclusiva a El Coto Las Canteras, una cantera monumental conocida como «la Petra Andaluza».
Un desfile de deportivos
El regreso a Sevilla se convirtió en un auténtico desfile, que discurría por Lantejuela y Marchena, rindiendo un homenaje a los habitantes de esta ciudad andaluza. La noche de clausura se celebró una subasta benéfica en la que se pusieron a la venta una serie de «Collectibles», piezas únicas de la colección Ferrari que ha creado muchos interés entre los participantes y también se ofrecieron algunas experiencias exclusivas para apoyar distintos proyectos educativos en Andalucía.
Una experiencia inolvidable para participantes y organizadores que sin duda se repetirá en algún momento quizá en alguna otra región española.