
Alargar al máximo la vida útil de un vehículo es una tarea minuciosa que requiere de mucha atención y cuidado. Normalmente, solo realizamos revisiones periódicas para comprobar que todo funciona correctamente, y en ocasiones pasamos por alto algunas cuestiones que parecen insignificantes pero pueden marcar la diferencia.
El mejor ejemplo son los neumáticos. Controlar la presión, fijarse en la profundidad de la banda de rodadura y tener cuidado con los baches son buenas formas de cuidarlos, pero en algunos casos hace falta algo más.
Cuidado con la posición de las ruedas
Tal y como explica TSN.UA, aparcar sin prestar atención a las ruedas puede estropearlas. Y es que estacionar un coche con las ruedas giradas hacia fuera y apoyadas en el bordillo puede reducir la vida útil de los neumáticos hasta la mitad. El problema está en que la goma se deforma al estar en contacto con una superficie dura e irregular como es el bordillo.
Por ejemplo, si el neumático pasa toda la noche en contacto con el bordillo, habrá una carga constante concentrada en una zona de la banda de rodadura que acelera el desgaste de la goma y la aparición de pequeñas fisuras. En definitiva, los expertos aconsejan aparcar con las ruedas siempre alineadas y sin que contacten con el bordillo.