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El impuesto sobre el kilometraje de vehículos que se plantean aplicar en EEUU para financiar el arreglo de las carreteras, similar a un peaje

Tesla en una carretera | iStock

Cada año, en Estados Unidos se recaudan millones de dólares con los impuestos asociados a la gasolina y al diésel. Buena parte de ese dinero se reinvierte en el arreglo de las carreteras, pero este sistema está dejando de funcionar a causa de los avances en la industria automovilística. Y es que el auge de los vehículos eléctricos y las mejoras en la eficiencia de los vehículos de gasolina están provocando que los ciudadanos consuman menos combustible y, por lo tanto, paguen menos impuestos en este sentido.

Como consecuencia, varios estados del país norteamericano ya están buscando alternativas para recaudar impuestos que financien sus obras. Un buen ejemplo es Illinois, donde el gobierno estatal se está planteando activar un impuesto sobre el kilometraje de vehículos.

Qué es el impuesto sobre el kilometraje de vehículos

Este impuesto conocido como VMT por sus siglas en inglés (Vehicle Miles Traveled) es una medida que consiste en cobrar una tasa a cada conductor en función de los kilómetros (en este caso millas) que han recorrido con su vehículo. Es decir, en lugar de pagar impuestos por cada litro de combustible, se paga por la distancia y el tiempo que ha estado un vehículo en la carretera.

El VMT se plantea como una medida que llega para sustituir los ingresos procedentes del impuesto sobre la gasolina, que como ya hemos dicho han disminuido en los últimos años. Además, es una forma de financiar el arreglo de las carreteras con lo que causa su deterioro, que es la conducción y no la gasolina.

Por qué Illinois quiere aplicar el VMT

Según explica Forbes, el impuesto VMT podría ser la solución para que la recaudación de impuestos sea más equivalente al coste real del uso de las carreteras. Esto se debe a que, por ejemplo, un vehículo eléctrico no consume gasolina y no paga impuestos por ello, pero sí que deterioran las carreteras al circular sobre ellas.

Es más, Forbes razona que un coche eléctrico hace más daño a las carreteras que uno de gasolina porque pesa más. Por este motivo, desde Illinois se plantean que el VMT entre en vigor teniendo en cuenta factores como la hora del día, el tipo de vía e incluso el tipo del vehículo. De algún modo, esta sería la forma de hacer que cada usuario pague la parte correspondiente del daño que causa en el asfalto por conducir su vehículo.

La privacidad puede ser un problema

Uno de los inconvenientes que presenta el VMT es que su implementación requiere de unos sistemas de vigilancia muy sofisticados. Para controlar cuántos kilómetros recorre cada vehículo, sería necesario controlar las carreteras con transpondedores y fotografías de cuentakilómetros. Y aunque esto podría verse como una vulneración a la privacidad de los conductores, según Tax Foundation hay formas de evitar esta situación haciendo que un tercero recopile los datos de navegación para mantenerlos seguros.

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