
Un helicóptero de la DGT equipado con un cinemómetro WESCAM Pegasus detectó un vehículo circulando a velocidad excesiva, aunque en ese momento no fue posible identificar al conductor.
Concretamente, el usuario circulaba por la AP-41 (autopista Madrid-Toledo), limitada a 120 km/h, a una velocidad que supera el doble de la cifra máxima: 257 km/h, tal y como informa Europa Press.
A raíz de esta detección, el Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas de la DGT solicitó al Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT) del Sector de Tráfico de Castilla-La Mancha que llevase a cabo las gestiones necesarias para localizar al responsable, según informó la Guardia Civil en una nota de prensa.
El conductor se enfrenta ahora a penas que incluyen prisión de 3 a 6 meses, o multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Además, se le impondrá la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un periodo de entre 1 y 4 años.
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