Motor

Estos son los síntomas que podrían indicar que tienes problemas en el sistema de frenos y neumáticos del coche por el calor extremo

Neumáticos del coche | Firma: Dreamstime

Cuando las temperaturas se disparan en verano, no solo sufrimos las personas: el coche también lo padece, y algunos de sus componentes clave pueden verse seriamente afectados. Entre los más sensibles están los frenos y los neumáticos, dos sistemas fundamentales para la seguridad en carretera y que pueden deteriorarse silenciosamente con el calor extremo. El calor elevado hace que los frenos trabajen con más temperatura de lo habitual, especialmente en situaciones de tráfico intenso o conducción en zonas montañosas. Cuando el líquido de frenos se calienta demasiado, pierde eficacia, provocando el temido "fading", una sensación de pedal esponjoso o incluso una pérdida parcial de capacidad de frenado. Esto puede ser muy peligroso si se produce en una situación de emergencia o al descender pendientes prolongadas. Además, los discos y pastillas también sufren una mayor dilatación y desgaste, lo que puede derivar en vibraciones o un frenado irregular.

En cuanto a los neumáticos, el calor extremo aumenta la presión interna del aire, lo que puede generar un desgaste más rápido y desigual de la banda de rodadura, además de elevar el riesgo de reventón, sobre todo si los neumáticos ya están deteriorados o mal inflados. Por eso, en verano es especialmente importante revisar la presión con frecuencia (preferiblemente en frío), asegurarse de que el dibujo tenga la profundidad mínima legal y comprobar visualmente que no haya grietas ni deformaciones.

Aunque no siempre lo percibimos, el calor extremo puede alterar el rendimiento del coche de forma silenciosa pero peligrosa. Un mantenimiento preventivo y una vigilancia especial durante los meses más calurosos son clave para evitar sustos y circular con total seguridad.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky