
El mítico Volkswagen Bulli celebra su 75º aniversario por todo lo alto: más de un millar de furgonetas de todas las generaciones se han reunido en la FurgoVolkswagen 2025 en Sant Pere Pescador (Girona). Una cita única en el mundo, con historia, recuerdos compartidos y mucha pasión. Hasta allí viajamos para vivirlo en directo.
Más de 1.000 furgonetas Volkswagen, desde las T1 originales hasta los nuevos modelos eléctricos ID. Buzz, ocuparon este fin de semana el camping La Ballena Alegre en la 21ª edición de la singular y divertida FurgoVolkswagen. El motivo: rendir homenaje a los 75 años del Bulli, el modelo que marcó una forma de entender los viajes, la carretera y la libertad. Desde su nacimiento, ya se han vendido más de 12,5 millones de furgonetas por todo el mundo en sus 7 generaciones.

El evento, que comenzó de forma espontánea en 2004, se ha consolidado como una de las mayores concentraciones de furgonetas Volkswagen de Europa. Este año, el lema "Desde 1950 haciendo historias" cobró vida con los relatos de propietarios llegados de toda España y parte de Europa. Cada furgo, una historia; cada historia, un fragmento del legado del Bulli. Solo curiosear y contemplar los diferentes modelos que hasta allí se desplazan merece la pena. "Furgos" personalizadas por cada uno de sus propietarios que las hacen únicas.

Muchas historias a bordo
Entre los asistentes, se encontraba Arnau Guerrero, que exhibió su T1 de 1955, una de las más antiguas del encuentro, que en el pasado fue una ambulancia en Pontevedra y que él restauró con mimo. 70 años y continúa en la carretera.

Marc Nieves compartía imágenes de su abuelo y su T1 familiar, que la compró en los 60 para viajar con sus 6 hijos y que aún continúa rodando con la cuarta generación de la familia.

Rafael Giraldo la ha adaptado como oficina móvil para su trabajo como nómada digital, instalando todo lo necesario para vivir y trabajar a bordo, y Pere Moyano la ha transformado en una consulta de nutrición itinerante.


También estaban Wendy y Biel, llegados desde Mallorca con una T1 Amescador, una rara variante traída desde Holanda, o el exjugador de baloncesto Tomás Jofresa, que adquirió su modelo de 1966 en Paraguay, donde se utilizaba como tractor.


Y Judith, una leridana que compró su furgoneta VW del año 76 por Wallapop, con la que ya hace poco recorrió el sur de Francia y que tiene ambientada al mas puro estilo hogareño.

Más que un encuentro de vehículos
"Esto va mucho más allá de una concentración", comentó Albert García, director general de Volkswagen Vehículos Comerciales. "Es una celebración de vida y de historias compartidas". Su declaración resume el espíritu de la cita, donde los asistentes participaron en actividades como trail running, talleres infantiles, concurso de disfraces, una gran barbacoa colectiva y la tradicional foto de familia de la gama T.
Los preciosos modelos clásicos, restaurados pieza a pieza con recambios originales, han sido protagonistas de innumerables 'selfies' y conversaciones apasionadas durante todo el fin de semana del evento de Volkswagen. La pasión por el Bulli es tal que algunos la llevan tatuada, varias parejas enseñaban sus fotos de boda a bordo de la furgo y para la mayoría es un miembro más de la familia.

Además de contemplar en directo estas joyas de la automoción, los asistentes a la FurgoVolkswagen disfrutaron de un fin de semana cargado de actividades para toda la familia. Desde un Show Cooking en el que aprender a preparar recetas saludables en una California Beach Camper, hasta sesiones de Trail Running o el Surf Challenge, en el que se puso a prueba el equilibrio de los participantes en una tabla de surf mecánica sobre una colchoneta hinchable. Uno de los momentos más esperados fue el desfile de furgonetas por la localidad de L'Escala, una exhibición que cada año atrae a más curiosos y nostálgicos.
Un símbolo que evoluciona
Desde su nacimiento en 1950, el Volkswagen T1 —bautizado popularmente como "Bulli"— se convirtió en un símbolo de la contracultura, especialmente durante los años 60, cuando protagonizó algunas de las imágenes más icónicas del festival de Woodstock. Aquel modelo de once ventanas pintado con motivos psicodélicos se convirtió en emblema del "flower power" y de una generación que buscaba libertad en cada kilómetro.

Hoy, el espíritu del Bulli se reinterpreta en versiones como el ID. Buzz, un modelo 100% eléctrico que mantiene la esencia de aquellos años pero con tecnología y sostenibilidad como nuevas banderas. A los 75 años, la historia del Bulli no solo sigue viva: mira con fuerza al futuro. Ya esperamos con ganas la edición de 2026.