La firma británica presenta una edición única del Cullinan Black Badge Serie II, diseñada para un amante de la montaña y la aventura. Artesanía extrema, inspiración floral y un guiño al cielo estrellado en el SUV más exclusivo del mundo.
Rolls-Royce ha vuelto a elevar el listón del lujo a medida con el nuevo Cullinan Daisy, una creación única que rinde homenaje al espíritu aventurero de su propietario. Este encargo Bespoke –término con el que la marca denomina sus trabajos totalmente personalizados– transforma el imponente SUV Cullinan Black Badge Serie II en una oda al amor por la naturaleza, las caminatas en alta montaña y los detalles más exquisitos.
Inspirado en los campos de margaritas del sendero favorito del cliente en los montes Tatras (Eslovaquia), este Rolls-Royce no solo representa belleza natural, sino también esfuerzo y conexión con la tierra, valores que han guiado el camino del propietario (desconocemos su nombre): un empresario de éxito en el sector del equipamiento outdoor.
Un elegante diseño exterior
El Cullinan Daisy luce una carrocería en tono Powder Blue, sobre la que se dibuja a mano una línea lateral (Coachline) con la silueta de una margarita. Ello contrasta con los elementos oscuros de la versión Black Badge, como la parrilla Pantheon ennegrecida, la figura del Spirit of Ecstasy y los detalles cromados exteriores, creando una estética que conjuga potencia con sensibilidad.
Interior: complejidad técnica
El habitáculo sigue la misma inspiración floral. Destaca un delicado diseño de margaritas grabado con precisión sobre madera Blackwood, tanto en el salpicadero frontal como en la consola central trasera. El proceso implica una técnica de arenado que da como resultado un efecto tridimensional, donde la luz y la sombra juegan con las vetas del material.
La paleta interior mezcla tres tonos: Fleet Blue (color dominante del cuero), Selby Grey y negro, con detalles de contraste en costuras, monogramas y ribetes. El conjunto se completa con placas iluminadas en los umbrales de las puertas y un diseño exclusivo de margaritas.
Detalles ocultos que sorprenden
Rolls-Royce no deja nada al azar. Incluso los paraguas integrados en las puertas traseras están decorados en su interior con un patrón floral que evoca un campo de margaritas en pleno chaparrón.
En el techo, un espectacular Starlight Headliner personalizado, recrea cuatro constelaciones emblemáticas del hemisferio norte: Osa Mayor, Osa Menor, Géminis y Tauro, aportando una conexión directa con el firmamento.
El Cullinan Daisy incluye además el exclusivo Recreation Module, un compartimento automático oculto en el maletero diseñado para guardar el equipo de senderismo favorito del cliente. Un toque práctico que no sacrifica el estilo.