
Es una imagen que se repite miles de veces cada mañana o al final del día: cientos de padres coinciden en la entrada o salida del colegio, formando una larga hilera de vehículos estacionados en doble fila en los alrededores del reciento escolar ante la imposibilidad de encontrar aparcamiento.
Más allá de ser un caos absoluto para la circulación de la zona, realizar estos aparcamientos son una infracción que se considera como grave, lo que puede llegar a suponernos una cuantiosa multa que podría hacer que tu hijo se quede sin viaje de fin de curso.
El Artículo 40 de la Ley de Tráfico y el Artículo 91 del Reglamento General de Circulación lo califican como una infracción grave. Si el coche está en doble fila sin conductor y obstaculiza el tráfico, tal y como ocurre con frecuencia en las puertas de los colegios, la multa asciende a 200 euros.
¿Parada o estacionamiento?
Hay una única excepción al veto a la doble fila: cuando se trate de una parada breve, siempre y cuando no bajemos del vehículo y no superemos los dos minutos de espera. Si superamos ese tiempo o el coche impide el tráfico, ya no es una parada, sino un estacionamiento prohibido, y se aplica la sanción grave.
En un caso de doble fila puntual que no llegue a colapsar la circulación, la falta sería leve y la multa quedaría entre 110 y 140 euros, pero en las zonas escolares siempre pesa el agravante de obstaculizar un punto peligroso.
?? La nueva señal que ha aparecido en una calle de León??
— Cazurreo ?? (@cazurreo) June 10, 2024
?? Déjanos en comentarios que creéis que significa esta señal ??#leoneap #cazurreo #igersleon #igersleonesp #señal pic.twitter.com/FUHu31beuG
Para evitar el atasco y las sanciones, varias ciudades españolas han implantado ya las zonas "Kiss & Go", inspiradas en las "Kiss and Fly", de algunos aeropuertos. Señalizadas junto a los colegios, estas áreas están reservadas para una breve parada: dejar al niño, darle un beso rápido y salir en menos de un minuto.
Además, el proyecto "Kiss & Go" promueve un último tramo de camino escolar seguro, donde los alumnos terminen el recorrido a pie, hablando con sus amigos y entrando al aula de forma tranquila.
? ? Varios colaboradores denuncian el caos circulatorio que se forma los días lectivos en el callejón del Blanco y la calle Marianista Cubillo, a la hora de salida de los colegios, con vehículos estacionados en doble fila y ocupando zonas cebreadas @Cadiz_es pic.twitter.com/A9ZJryjSAV
— Cádiz abandonada (@CadizAbandonada) March 16, 2024
Para que la bajada del niño sea aún más segura, evitando que salga corriendo sin mirar, se recomienda dejar la mochila en el maletero. De este modo, antes de bajar, el alumno debe detenerse un momento más para coger sus cosas, reduciendo el riesgo de un despiste peligroso.
Además, esta práctica cumple con lo establecido en el Artículo 14.a) del Reglamento General de Circulación, que exige que la carga transportada no pueda desplazarse de forma peligrosa: llevar la mochila en el asiento podría considerarse una carga mal sujeta.
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