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El serio aviso de la DGT a los padres sobre estacionar en doble fila en el colegio: la multa podría dejar a tu hijo sin viaje de fin de curso

  • Parar brevemente sin abandonar el vehículo durante máximo 2 minutos y sin obstaculizar el tráfico está exento de multa
Un padre recoge a su hija del colegio y la ayuda a subir al coche | Fuente: Alamy

Es una imagen que se repite miles de veces cada mañana o al final del día: cientos de padres coinciden en la entrada o salida del colegio, formando una larga hilera de vehículos estacionados en doble fila en los alrededores del reciento escolar ante la imposibilidad de encontrar aparcamiento.

Más allá de ser un caos absoluto para la circulación de la zona, realizar estos aparcamientos son una infracción que se considera como grave, lo que puede llegar a suponernos una cuantiosa multa que podría hacer que tu hijo se quede sin viaje de fin de curso.

El Artículo 40 de la Ley de Tráfico y el Artículo 91 del Reglamento General de Circulación lo califican como una infracción grave. Si el coche está en doble fila sin conductor y obstaculiza el tráfico, tal y como ocurre con frecuencia en las puertas de los colegios, la multa asciende a 200 euros.

¿Parada o estacionamiento?

Hay una única excepción al veto a la doble fila: cuando se trate de una parada breve, siempre y cuando no bajemos del vehículo y no superemos los dos minutos de espera. Si superamos ese tiempo o el coche impide el tráfico, ya no es una parada, sino un estacionamiento prohibido, y se aplica la sanción grave.

En un caso de doble fila puntual que no llegue a colapsar la circulación, la falta sería leve y la multa quedaría entre 110 y 140 euros, pero en las zonas escolares siempre pesa el agravante de obstaculizar un punto peligroso.

Para evitar el atasco y las sanciones, varias ciudades españolas han implantado ya las zonas "Kiss & Go", inspiradas en las "Kiss and Fly", de algunos aeropuertos. Señalizadas junto a los colegios, estas áreas están reservadas para una breve parada: dejar al niño, darle un beso rápido y salir en menos de un minuto.

Además, el proyecto "Kiss & Go" promueve un último tramo de camino escolar seguro, donde los alumnos terminen el recorrido a pie, hablando con sus amigos y entrando al aula de forma tranquila.

Para que la bajada del niño sea aún más segura, evitando que salga corriendo sin mirar, se recomienda dejar la mochila en el maletero. De este modo, antes de bajar, el alumno debe detenerse un momento más para coger sus cosas, reduciendo el riesgo de un despiste peligroso.

Además, esta práctica cumple con lo establecido en el Artículo 14.a) del Reglamento General de Circulación, que exige que la carga transportada no pueda desplazarse de forma peligrosa: llevar la mochila en el asiento podría considerarse una carga mal sujeta.

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