Motor

Los economistas solo quieren camiones con baterías

Años abogando por la neutralidad tecnológica en la descarbonización del transporte por parte del sector no parecen haber calado. Convencieron a los políticos europeos, pero ahora los economistas son los que quieren marcar el camino de una única tecnología posible.

La industria europea relacionada con la producción y comercialización de vehículos no sale de su asombro. Ya habían conseguido que la Comisión Europea entendiera que no se debía legislar sobre tecnología, sino dar los objetivos -concretamente, la eliminación de CO2 emitido- y dejar libertad para que los técnicos encontrarán la mejor solución para lograr los objetivos fijados.

La sorpresa viene de un Consejo de expertos económicos franco-alemanes (FGCEE) que han elaborado un dictamen que aboga por que el transporte de mercancías por carretera se realice en camiones eléctricos de batería exclusivamente. El conflicto es mayúsculo, porque después de décadas trabajando con el hidrógeno y las pilas de combustible, la VDA -la asociación alemana de la industria del automoción-, considera que Europa es líder en este campo del hidrógeno. El hecho de señalar una única tecnología eléctrica, las baterías, descartando el hidrógeno, consideran de nuevo que está totalmente equivocado. La pregunta en el aire es -de nuevo-, ¿a quién beneficia el "únicamente eléctrico de baterías"?

No dispersar gastos

Sin duda, los economistas saben bien que disparar a dos objetivos a la vez requiere un empuje económico tremendo y divide esfuerzos. La norma europea AFIR ya establece para 2030 la obligación de corredores europeos con puntos de recarga de hidrógeno cada 200 km en las principales vías, para poder cimentar un transporte de mercancías eléctrico, a base de pilas de combustible, con los repostajes ultrarrápidos que permite el hidrógeno. Lo que propone el Consejo Franco alemán es la revisión del reglamento AFIR para concentrarse en la instalación de la recarga eléctrica y los camiones con baterías.

La industria de automoción, que había venido siendo uno de los puntales de Europa, vio que la imposición de vehículos de batería exclusivamente, en una transición temporal que además consideraban muy corta, forzaba a la industria europea a una dependencia de la tecnología china.

Para el lobby europeo fue un éxito que la norma europea abriera la mano, aceptando otras soluciones, como los combustibles renovables, mientras seguían evolucionando la tecnología del hidrógeno. En la formulación actual de la ley se contempla que tan neutros en CO2 durante su utilización pueden ser un coche eléctrico, como un coche de combustión cuando el combustible empleado se haya producido de una captura de CO2 (sea por vía natural, como los biocombustibles, o artificial).

China, líder de largo en baterías

En la actualidad, a pesar de los esfuerzos europeos, las baterías y su cadena de valor siguen bajo control chino. El comité de expertos economistas franco-alemán consideran que las baterías son una tecnología madura y preparada para responder a las necesidades del mercado. Para acelerar el despliegue del transporte descarbonizado, el dinero público debería exclusivamente centrarse en corredores con puntos de recarga eléctrica y vehículos eléctricos de batería.

Rascando el hielo durante una recarga eléctrica
Rascando el hielo durante una recarga eléctrica

De manera explícita, los economistas también dejan al margen otras propuestas eléctricas, como la recarga durante la marcha, como las catenarias, que, efectivamente, solo se han experimentado en cortos trazados de autopista en algunos países. Esta solución beneficiaría en situaciones de temperatura en las que las baterías tienen un comportamiento poco favorable, pero, sobre todo, requeriría baterías de menor tamaño en los vehículos, con menor dependencia de tecnología externa, menor peso y mayor capacidad de carga útil.

Mientras tanto, piden los economistas que Europa refuerce la inversión en I+D para mejorar las baterías y usar menos materia prima crítica. Los expertos -técnicos, esta vez- consideran que China lleva una ventaja de más de 5 años en el campo de las baterías y que será difícil recuperarla, dada su posición dominante en el mercado y su continuo avance. Fracasos de empresas europeas que querían competir con tecnología propia, como Northvolt, no parecen apoyar la independencia de Europa en el campo de las baterías.

En España, asociaciones como Shyne intentan captar la atención para explicar que podemos ser líderes en la producción de hidrógeno a partir de renovables, gracias al recurso solar.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky