Motor

El automóvil europeo reduce en 3.200 millones el superávit comercial con China

  • Las importaciones de vehículos chinos en 2024 se mantienen estables por los aranceles
  • Las exportaciones comunitarias a China caen un 24% por la alta competitividad en el gigante asiático
Fábrica de vehículos en China. Foto: Reuters

El imparable avance del automóvil chino empieza a lastrar la balanza comercial de la Unión Europea. El gigante asiático ya no solo produce para surtir su mercado doméstico, sino que ahora también lo hace con el fin de exportarlo a otras regiones, principalmente al Viejo Continente.

A lo largo del pasado año, las importaciones de vehículos chinos a la Unión Europea alcanzaron un valor de 12.602 millones de euros, según datos de Eurostat. Esta cifra supone una reducción del 12,2% en comparación con el ejercicio anterior. En términos de volumen, la Unión Europea importó 748.448 vehículos que se produjeron en las fábricas chinas. Un guarismo que supone un ligero incremento del 0,5% en comparación con el ejercicio anterior. No obstante, las importaciones de vehículos chinos a la UE en 2024 supusieron el 21,9% del total. Cabe recordar que el Ejecutivo comunitario impuso aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos chinos a finales de octubre del año pasado. No obstante, el ligero crecimiento en las importaciones de vehículos no se debe a los modelos eléctricos, sino a los de combustión, que son los que más se comercializan en suelo europeo debido a su bajo precio.

Del lado contrario, el valor de las exportaciones de vehículos comunitarios a China en 2024 se situó en los 14.419 millones de euros, lo que supone un 25,5% menos en la comparativa interanual. En lo que a volumen se refiere, los países de la UE mandaron a China un total de 271.470 vehículos, un 24,2% menos que en 2023. Esta merma obedece a que la competencia en el gigante asiático en muy elevada y los fabricantes europeos tienen problemas a la hora de hacerse con una cuota de mercado importante. En términos de cuota de mercado, las exportaciones de vehículos europeos a China suponen el 6% del total.

El Grupo Volkswagen, el segundo productor más importante del mundo en términos de ventas y beneficio, recortó el año pasado sus entregas en China un 9,5%, hasta los 2,92 millones de unidades. Lo mismo le sucedió a Porsche, firma propiedad del Grupo Volkswagen. La compañía con sede en Stuttgart cerró el tercer ejercicio consecutivo con descensos en las ventas. Allí, las entregas de Porsche registraron un descenso del 28%, hasta totalizar 56.887 unidades.

Así las cosas, la balanza comercial del automóvil europeo con China registró un superávit de 1.817 millones de euros en 2024. Esta cifra supone hasta 3.193 millones de euros menos, o una reducción del 63,7% en comparación con el ejercicio anterior.

Turquía, alternativa de China

Otro dato a tener en cuenta son las importaciones de vehículos desde Turquía. El país otomano se ha convertido en la alternativa de las automovilísticas chinas para esquivar los aranceles de Bruselas a la importación de vehículos eléctricos. El año pasado, las importaciones de vehículos a la UE desde Turquía alcanzaron un valor de 8.995 millones de euros, lo que equivale a un incremento del 13,8% en la comparativa interanual. Se prevé que esta cifra se incremente a partir de 2027, cuando el gigante chino BYD ya tenga operativa la producción de modelos eléctricos en una factoría en la provincia turca de Manisa. De hecho, esta planta tendrá una capacidad de producción anual de 150.000 unidades. Y es que Turquía tiene un tratado de libre comercio con la UE desde 1995. Del lado de las exportaciones, el valor de los automóviles con destino a Turquía en 2024 se redujo un 7,5%, hasta situarse en los 11.879 millones de euros. En términos de volumen, las unidades mandadas al país otomano cayeron un 5%, hasta los 579.841 vehículos. De esta manera, la balanza comercial de la UE con Turquía arroja un superávit de 2.884 millones, un 41,7% menos frente a 2023.

Caen las exportaciones a Estados Unidos

En el caso de Estados Unidos, las exportaciones registraron un descenso tanto en términos de valor como de volumen. En el primer caso, se enviaron a Estados Unidos un total de 38.463 millones de euros, lo que supone un descenso del 4,6% en la comparativa interanual. Pese a este descenso, es el primer mercado donde se envían los vehículos producidos en las factorías europeas, con una cuota de mercado del 24,9%.

En términos de volumen, se mandaron al otro lado del Atlántico 749.166 vehículos, un 6,2% menos frente al ejercicio anterior. Un descenso que obedece al cambio de estrategia seguido por las firmas automovilísticas. De hecho, la Administración de Donald Trump ha anunciado un alza arancelaria a los productos comunitarios. Una medida que no escapa al automóvil, por lo que los envíos a Estados Unidos podrían seguir disminuyendo en los próximos ejercicios. La decisión del magnate norteamericano no se reduce a los productos europeos, dado que también quiere imponer incrementos arancelarios a las importaciones procedentes de México y Canadá. Una medida que afecta de lleno ya no solo a los productores europeos, entre los que también se vería afectado el Grupo Volkswagen, sino que lastraría las cuentas de las automovilísticas norteamericanas (Ford, General Motors y Stellantis) y japonesas.

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