
La mayor fábrica del área metropolitana de Valencia, el complejo de Ford en Almussafes, recupera la actividad la próxima semana. Aunque lo hará de una forma limitada, a medio gas y con un Erte de fuerza mayor para buena parte de su plantilla, supone todo un símbolo de una de las industrias tractoras de la provincia por tratar de retomar el pulso económico tras la catástrofe por la DANA.
La dirección de la filial española de Ford ha comunicado a UGT, el sindicato mayoritario, que el próximo lunes su planta de motores volverá a la actividad a partir de las 6 de la mañana y que el miércoles harán lo propio las instalaciones de montaje y ensamblaje de vehículos, que suponen la parte más importante del complejo automovilístico.
Además, para preparar el arranque de las líneas en las que fabrica actualmente el modelo Kuga la empresa incorporará también a algunos trabajadores desde el lunes que se encargarán de la puesto a punto de los equipos.
Eso sí, el regreso de la producción de la factoría valenciana de coches estará lejos de sus niveles habituales, al igual que la plantilla que trabajará durante la próxima semana, debido fundamentalmente a los problemas de acceso por carretera que aún sufre buena parte del área metropolitana de la capital valenciana.
Así, Ford Almussafes tiene previsto operar la próxima semana en esas líneas sólo en uno de sus dos turnos, el de mañana, y contactará con los trabajadores para conocer su disponibilidad y si tienen posibilidad de llegar a la planta, para lo que también retoma parte de sus rutas de autobuses.
Incertidumbre en la industria auxiliar
Según UGT, la intención es poder recuperar los dos turnos habituales en las próximas semanas, aunque la actividad también está condicionada por la situación de muchos de sus proveedores. Fuentes del sector explican que tanto la planta de la multinacional como el parque de proveedores Juan Carlos I no se han visto dañados directamente, pero algunos de sus fabricantes de componentes ubicados en localidades como Ribarroja, Massanassa, Albal, Alfafar, Picanya o Silla han sufrido cuantiosos daños y las pérdidas de equipos y material pueden sumar centenares de millones de euros, además de no permitir poner fecha a la vuelta a la actividad.
Precisamente el Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunitat Valenciana (AVIA) trasladó ayer al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que las empresas del sector están gravemente afectadas y que es necesario que las ayudas lleguen de manera "inmediata" para no perder la senda de la reindustrialización.
Para sus responsables, "es imprescindible que las empresas proveedoras de automoción recuperen lo antes posible la actividad y que las ayudas para la reconstrucción lleguen inmediatamente para que la industria valenciana no pierda competitividad". "Se trata de un sector muy competitivo y no podemos perder el nivel que tanto trabajo ha costado a las empresas valencianas alcanzar".
Su presidente, Francisco Segura, trasladó al ministro de Economía que el sector, por su carácter global, puede verse afectado en otros puntos de España. Precisamente por eso, el resto de clústeres de automoción españoles ha brindado todo su apoyo tanto a la entidad, como a las empresas.
El sector cifra en "cientos de millones de euros las pérdidas de las empresas valencianas". Los daños afectan, según han ido reportando las empresas a AVIA, tanto a instalaciones completas, como a infraestructuras, soleras, instalaciones eléctricas e informáticas, equipamiento, líneas de producción enteras, materias primas, maquinaria, utillajes, piezas y componentes en stock.