Barcelona
A pesar de vender más coches, Seat recorta sus resultados en los primeros nueve meses del año. La compañía venía de un primer semestre de récord, en el que había ganado 406 millones de euros, pero solamente pudo engrosar la cifra hasta los 415 millones al cierre del tercer trimestre. La subida de casi el 10% acumulada hasta junio se ha vuelvo en septiembre una reducción del 17% frente a los 501 millones cosechados en el mismo periodo de 2023.
La presentación de resultados hecha por Volkswagen AG –la matriz de Seat, que engloba también marcas como Audi y Skoda- revela como el grupo encogió sus ganancias operativas pese a incrementar el volumen de vehículos comercializados, que pasaron de 454.000 unidades a 466.000 unidades, el 2,6% más. Sin embargo, los automóviles puestos en la carretera fueron más baratos, pues los ingresos también se encogieron al caer de 10.837 millones de euros a 10.515 millones de euros, el 3% menos.
Esta diferencia implicó la rebaja de las ganancias y de la rentabilidad. Seat pasó de lucir unos márgenes del 5,2% en el primer semestre a unos del 3,9% hasta septiembre. La cifra es también más baja que el diferencial del 4,6% que lucía en el mismo periodo del año anterior. Y es que en el tercer trimestre los beneficios fueron solo de 9 millones frente a los 130 millones ganados entre julio y septiembre de 2023. El margen en este trimestre fue solo del 0,3%.
Seat sufre así el impacto de dos factores que ya preocupaban a su presidente, Wayne Griffiths, en la entrevista concedida hace un mes a elEconomista.es. El dirigente advertía del impacto que los aranceles europeos iban a tener sobre el Cupra Tavascan, fabricado en China. "Los aranceles ponen en peligro a todo el proyecto Cupra", sostenía.
Además, el directivo advertía del freno económico en algunos mercados europeos, como es el alemán, uno de los principales focos de venta de Cupra.
Pese a estas dificultades operativas, Seat cerró el trimestre con unos márgenes positivos, aunque lejos de Skoda, que se anotó un 8,1% de rentabilidad. La otra cara de la moneda fue la marca Volkswagen, con un margen del –1,1%.
Precisamente la enseña alemana tiene sobre la mesa una reestructuración que implicaría el cierre de tres fábricas en el país germano y el posible despido de hasta 10.000 trabajadores. En la misma conversación con este medio, Griffiths se mostró confiado en que el ajuste de la marca no iba a afectar a Seat. "Nosotros como compañía hemos bajado costes fijos un 30%, hemos bajado nuestra estructura de dirección un 30% y estamos reduciendo nuestros indirectos un 20%", dijo.
Tras conocerse los detalles del ajuste, tanto UGT como CCOO, las dos formaciones en el Comité de Empresa, también defendieron que el recorte no iba a afectar a Seat Martorell.
