En los últimos años, los vídeos de vehículos eléctricos ardiendo han corrido por las redes sociales como la pólvora. Tanto, que entre un considerable segmento de la población se ha asentado la creencia de que las baterías son altamente inflamables, deteriorando la ya denostada imagen de estos coches.
Para desmentir este y otros mitos, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España y Portugal (AEDIVE) ha realizado un informe de la mano de empresas pertenecientes al ecosistema de la movilidad eléctrica, como Huawei, Iberdrola, Naturgy, Mutua Madrileña, Cesvimap o Wenea, y de organismos como el centro de formación de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima Jovellanos. En él, pretenden otorgar información sobre la seguridad que incorporan las baterías, así como consejos para prevenir incendios y extinguirlos.
Como principal conclusión, el informe asegura que aunque las baterías de los vehículos eléctricos no están exentas de riesgo de incendios, provocan muchos menos incendios que los vehículos de combustión.
"La llegada del vehículo eléctrico ha motivado el debate sobre la dificultad que existe para apagar el incendio de las baterías de ion-litio. No obstante, los datos reflejan que el número de incendios en vehículos eléctricos es actualmente menor que en vehículos de combustión, en base al número total de vehículos en el parque móvil. Existen, así mismo, una serie de mitos en torno al riesgo de incendios en baterías que conviene puntualizar desde el punto de vista técnico y estadístico", asegura el informe.
Menos de 3 por cada 10.000
"Las baterías se incendian con más frecuencia que los vehículos de combustión": Sobre esta cuestión, el informe recoge las cifras de más de 700.000 turismos del parque automovilístico español, de los cuales 28.033 eran eléctricos. Según estas, por cada 10.000 vehículos de cada tipo (gasolina, diésel, híbridos y eléctricos), se incendian 3,7 de diésel, 3,1 de gasolina, 2,9 eléctricos y 2,3 híbridos. Por tanto, al armonizar los datos, AEDIVE obtiene que los coches de combustión (tanto de diésel como gasolina) se incendian con más frecuencia que los eléctricos.
Además, señala que algunas de las causas más frecuentes de incendio en vehículos son los incendios provocados, frenos sobrecalentados o la combinación de líquidos inflamables y superficies calientes o fallos eléctricos en el compartimiento del motor.
En definitiva, el informe aclara que, si bien las baterías de iones de litio pueden presentar riesgos de incendio, estos pueden eliminarse o controlarse mediante un diseño adecuado, la implementación de sistemas avanzados de supervisión y la adopción de medidas de seguridad rigurosas.