Muchas veces, cuando se ilumina un testigo en el cuadro de instrumentos y no saben su significado, sus conductores se llevan las manos a la cabeza. Por lo general, estas señales lumínicas no suelen indicar nada bueno, pero tampoco tienen por qué vaticinar una catástrofe.
En el caso de que se encienda el testigo del motor de color amarillo —que se aprecia en la imagen—, significa que el vehículo ha detectado algún fallo de funcionamiento.
Según explican desde la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), "esta señal luminosa suele relacionarse, entre otras, con un incorrecto funcionamiento de algún elemento del motor, tanto en su parte mecánica como electrónica".
Algunas de estas posibles averías son:
- Que el motor no funcione correctamente.
- Fallos en los inyectores o la bomba de combustible.
- Averías en cables, conexiones o bujías.
- Defectos en la sonda lambda, el sensor que permite el correcto funcionamiento del sistema de tratamiento de los gases de escape.
- Daños en el catalizador.
- Problemas con el filtro de partículas.
Por ello, si se detecta que el testigo permanece encendido tras arrancar el vehículo, lo recomendable es acudir a un taller mecánico en busca del origen exacto del error.