
La "Flying B" (la "B voladora"), el emblema de Bentley, podrá hacer honor a su nombre gracias a una patente de un ingeniero español.
Si la escultural figura del "Espíritu del Éxtasis" ha coronado tradicionalmente el morro de los Rolls Royce, una letra B voladora, la "Flying B", presidía los más dinámicos Bentleys. Una patente recién aprobada a nivel mundial podría permitir que el emblema con la B volara literalmente, acoplada a un dron.
La patente fue elaborada durante el paso por Bentley Motors del ingeniero de arquitectura eléctrica-electrónica José María Ortega, inventor desde sus tiempos de estudiante. Su reciente aprobación, según ha publicado en su cuenta de LinkedIn, es "como una medalla de oro olímpica para un ingeniero".
¿Se inspiraría Ortega para la "Flying B"en las "flying bees" (abejas volando)? No, es el anuncio posterior de una miel producida en los terrenos de la fábrica
Más que un juguete, seguridad
Para Ortega, el hecho de incorporar un dron al emblema permite desplegar potencialmente funcionalidades que mejoren la seguridad de sus usuarios y de otros. Entre ellas destaca la posibilidad de iluminar el vehículo desde el aire por la noche en caso de un accidente para poder alertar a los servicios de emergencia, pero también guiar al propietario hacia el vehículo, o lanzar el dron para que se adelante y busque un espacio de aparcamiento, encontrar rutas alternativas a través del tráfico, realizar fotografías aéreas…

En la patente se describe la invención, que incluye la utilización del dron proporcionando imágenes a lo largo de una ruta de navegación y un método para la localización del vehículo con el dron
El primer bosquejo de lo que hoy es una patente lo realizó Ortega en 2019 cuando ya trabajaba para Bentley como ingeniero de las centralitas electrónicas para las puertas. En la patente se combina sus dos formaciones profesionales, la Ingeniería mecánica y la aeroespacial.
El proyecto de habitar la luna
Después de que Ortega abandonara Bentley en 2022, el largo y complejo proceso de la patente lo continuó la marca hasta que ha dado sus frutos. No es la primera patente que obtiene Ortega. En 2020 registró un "Hábitat expandible y adaptable apto para el cultivo de manera autónoma de vegetales y plantas en un cuerpo celeste", totalmente en línea con su proyecto Green Moon (no confundir con la empresa del también malagueño Antonio Banderas), fundado hace 8 años con la intención de desarrollar la tecnología multidisciplinar que permitiera habitar la luna y que ha recibido innumerables apoyos internacionales.