
El sector del automóvil vive un 2024 de descensos en sus beneficios. Unas caídas que se han producido por la atonía del mercado, la debilidad del mercado chino, así como por el recorte en las ventas. No obstante, cabe recordar que la industria automotriz ha registrado dos ejercicios (2022 y 2023) consecutivos de récord en los beneficios. Unos logros que se lograron gracias al incremento en los precios, la consolidación de alguna que otra filial y una demanda que superaba a la oferta tras salir de la pandemia. Así las cosas, los fabricantes automovilísticos priorizaron la producción de los modelos más rentables en un escenario marcado por la crisis de semiconductores.
En la primera mitad del ejercicio, los 13 principales grupos automotrices registraron un beneficio conjunto de 53.975 millones de euros. Un guarismo que equivale a un descenso del 17% en la comparativa interanual, cuando estos mismos consorcios lograron un beneficio conjunto que superaba los 65.000 millones de euros. De hecho, de estos 13 grupos, tan solo cinco registraron incrementos en su resultado. Se trata de Volvo Cars, General Motors, Kia, Hyundai y Toyota. Del lado contrario, los mayores descensos fueron los registrados por Nissan, Tesla, Stellantis, el Grupo Renault y Mercedes-Benz.
En el caso de Nissan, estas pérdidas obedecen al incremento de los incentivos de ventas, así como a los gastos de marketing para afrontar la competencia y optimizar el inventario (uno de los principales problemas que tienen los fabricantes tras la salida de la pandemia).
El caso de Tesla es más complicado. La compañía estadounidense continuó con su política de reducción de precios con el único fin de incrementar la demanda. Una demanda que no cumplió con las previsiones que manejaba el fundador de la compañía, Elon Musk, para los años 2022 y 2023. Tal es la situación que, de cara a este año, el excéntrico magnate sudafricano evitó hacer previsiones de venta, consciente de que el mercado eléctrico se ralentizaría. Así las cosas, Tesla cerró la primera mitad del año con un beneficio de 2.406 millones de euros, un 50% menos en comparación con el mismo periodo de 2023.

El caso de Stellantis también es llamativo. El consorcio francoitaloamericano, surgido de la fusión de los grupos PSA y FCA en 2021, acumulaba récords de ganancias, ingresos y ventas desde su fundación. No obstante, el grupo se ha encontrado con un problema de exceso de stock, al tiempo que los ingresos en Norteamérica sufrieron un recorte del 16,4%. Pero no solo eso, el propio grupo reconoció que la caída también se explica por las brechas temporales en la producción por la llegada de nuevos modelos.
Los ingresos crecen un 1,3%
En materia de ingresos, la cifra de negocio conjunta de estos 13 principales grupos automotrices ha crecido ligeramente, hasta alcanzar los 835.537 millones de euros. Un guarismo que equivale a un alza del 1,3% en comparación con la primera mitad del ejercicio 2023.
De hecho, de estos 13 consorcios, tan solo cuatro han recortado sus ingresos en la primera mitad del año. Se trata de Stellantis, Mercedes-Benz, Volvo Cars y el Grupo BMW. El descenso más abultado fue el de Stellantis, con una caída del 13,5% en la comparativa interanual, hasta alcanzar los 85.017 millones de euros, debido al recorte en los ingresos en todas las regiones en las que opera.
Le siguió Mercedes-Benz, con un recorte en los ingresos del 4,1%, hasta alcanzar los 72.616 millones de euros. Un descenso que obedece a la caída en las ventas del 5,6%, una combinación desfavorable de productos y mercados, efectos negativos en los precios netos y un desarrollo negativo de los tipos de cambio.
Volvo Cars también recortó su cifra de negocios. En el caso de la compañía sueca, el descenso se explica por una caída en las ventas en fabricación bajo contrato y a la normalización en las entregas a empresas alquiladoras.
Por último, el Grupo BMW tuvo una cifra de negocios de 73.558 millones de euros, un 0,7% menos en tasa interanual. Una caída que se explica por el descenso en la cifra de negocios de la división de motocicletas, el cual descendió un 3,1% en la primera mitad del ejercicio, hasta los 1.861 millones de euros.
Del lado contrario, el consorcio que más incrementó sus ingresos hasta junio fue Toyota. El grupo nipón tuvo unos ingresos de 73.085 millones de euros entre abril y junio, su primer trimestre del ejercicio fiscal 2025, lo que supone un alza del 12,2% en la comparativa interanual. Pese a que el mayor productor y vendedor de vehículos del mundo recortó sus entregas entre abril y junio, el consorcio japonés se vio favorecido por los tipos de cambio favorables, debido a la debilidad del yen frente al dólar y al euro.
Tras ella se situó General Motors. El gigante norteamericano logró incrementar sus ingresos un 9,2% en los seis primeros meses del año, hasta alcanzar los 83.758 millones de euros. Este incremento obedece al incremento del 6,9% en la cifra de negocios de la división automotriz en los seis primeros meses del año. Pero también tuvo su peso la división de servicios financieros, cuya facturación aumentó un 13% en la primera mitad del ejercicio.
Con estas previsiones, algunos consorcios como Toyota y Mercedes-Benz han revisado a la baja sus previsiones para el resto del ejercicio. No obstante, la mayoría de ellas las mantiene en los entornos bajos de las estimaciones.
Las ventas caen un 3,2%
Las ventas mundiales de vehículos por parte de estos 13 consorcios automovilísticos también sufrieron un descenso. Todo ello pese a que los ingresos no disminuyeron, lo que supone que los precios de los vehículos no han dejado de crecer desde que llegó la pandemia. Una situación que se explica por una búsqueda de rentabilidad de los fabricantes en una transformación de la industria hacia la electromovilidad. De esta manera, estos grupos vendieron en los seis primeros meses del año 27,49 millones de vehículos, lo que supone un 3,2% menos en la comparativa interanual. El único consorcio que registró descensos a doble dígito en las entregas fue Stellantis, con un descenso del 11,9% y 2,93 millones de entregas. Tras ella se situó Tesla, con una merma del 6,6% y 830.766 entregas, y General Motors, con 2,78 millones de ventas hasta junio, lo que supuso un descenso del 6,3% en la comparativa interanual. Del lado contrario, tan solo Volvo Cars registró un incremento a doble dígito en sus entregas, con un alza del 13,6% y 388.100 unidades comercializadas.