
El mundo de la mecánica es enorme por no decir que es casi infinito, pero en este caso nos centraremos en el tiempo de cajas de cambios automáticas que existen en el mercado y los problemas que pueden tener en comparación a las cajas manuales más tradicionales.
Cada coche es un mundo y cada uno tiene sus particularidades y más si nos vamos a la caja de cambios que puede ser manual o automática. Pero eso no se queda ahí, porque si tu coche cuenta con una caja automática, no todas son iguales ni funcionan de la misma manera. Conoce todos los tipos de cajas automáticas y cuáles pueden ser los problemas que pueden tener.
Cajas automáticas convencionales
Las cajas automáticas convencionales son aquellas que se caracterizan por su confiabilidad gracias al convertidor de par. Este es el que hace de embrague en una caja de cambios manual, pero funciona de una forma suave en los cambios de marcha. Además, la relación entre eficiencia y coste es muy buena.
Transmisión semiautomática (SAT)
Este tipo de transmisiones cuentan con multitud de sensores y actuadores electrónicos que sirven para controlar la acción de un embrague convencional, de ahí que se conozca también como transmisión manual automatizada. Las cajas automáticas SAT cuentan con un actuador hidráulico que sirve para acoplar los cambios en función de lo que demanda el conductor.
La principal característica de esta caja es que el conductor puede elegir si efectuar los cambios de manera manual o no, sin tener que pisar el pedal del embrague solamente moviendo la palanca hacia la derecha para hacer cambios de manera manual (luego hacia arriba y hacia abajo) y si la mantiene en la izquierda, serán automáticos.
Transmisión de variador continuo (CVT)
El diseño de esta caja está basado en dos poleas acopladas a los ejes de entrada y salida respectivamente y ambas poleas se unen mediante una correa de acero. El cambio de velocidades se genera por el desplazamiento de las poleas sobre su eje y la variación de los tamaños de las poleas es lo que concede los cambios de marcha. Estas transmisiones ofrecen una aceleración suave por lo que consigue un importante ahorro de combustible y su mantenimiento es menos costoso que el de otras cajas de cambios. En condiciones de mucha exigencia dará la sensación de ir con el motor muy revolucionado.
Cajas automáticas de doble embrague (DCT)
Las cajas DCT o Dual-Clutch Transmission cuentan con dos conjuntos de embragues independientes. Estas pueden ser de tipo multidisco húmedo o sumergido en aceite y disco seco sin aceite, que están acoplados a dos juegos de ejes. En resumen, estas cajas funcionan a partir de cajas manuales con dos ejes secundarios, uno para las marchas pares y otro para las impares.
Por ello, se seleccionan dos marchas a la vez, una par y otra impar, pero se activa solo un embrague para acoplar a una de ellas. Todo esto controlado por un sistema electrohidráulico. La respuesta es rápida y suave y consumen poco combustible. El mantenimiento de estas puede resultar costoso al requerir cambios de lubricante cada 40.000 – 60.000 kilómetros.
Caja automática DSG
Las Direct Shift Gearbox funcionan básicamente como las cajas DCT. Estas fueron desarrolladas por Volkswagen en 2003 quien desarrolló esta tecnología quienes ofrecían un producto fiable y reducían el consumo de combustible en hasta un 20% respecto a las cajas automáticas convencionales. Utilizan dos embragues para seleccionar la marcha que se quiere utilizar realizando una transmisión más rápida y casi imperceptible para el conductor.
Cajas automáticas Tiptronic
Cuentan con las características básicas de las cajas automáticas convencionales y permite variar entre el sistema automático y manual pasando de uno a otro sin necesidad del uso del embrague. Este sistema se protege a sí mismo de sobrepasar los límites de revoluciones por minuto previniendo daños de gran coste. Este tipo de caja no economiza el combustible, pero sí que otorgan la máxima potencia del motor por lo que dan una sensación de manejo más deportivo
Problemas de las cajas de cambios automáticas
El pasar de una caja manual a una automática no son todo ventajas ya que van a aparecer algunos problemas que no habías encontrado hasta ahora. El uso de estas puede derivar en fallos que te van a hacer pasar por el taller. Por ejemplo, si notas una vibración al acelerar, posiblemente tengas un fallo en el convertidor.
En caso de pasar de marcha y que se produzca un golpe, suele ser un fallo de la caja de válvulas. Si subimos una marcha, el coche se revoluciona en exceso y el cambio entra de forma brusca, es lo que se conoce como que el cambio patina. Finalmente puede que el coche entre en fase de emergencia donde se enciende el piloto de fallo de caja y se bloquea en una marcha fija.