
Con la amenaza de imponer tasas en Europa a fabricantes de coches chinos, continúan los movimientos de gobiernos y empresas por mejorar su posición futura con el coche eléctrico.
La Comisión Europea ha advertido a tres grandes fabricantes chinos de vehículos eléctricos, BYD, Geely y SAIC, que no están proporcionando la información requerida sobre subsidios en China. Este incumplimiento puede significar para ellos la aplicación de tasas de hasta un 30 por ciento en los coches que exporten a Europa. Se llegó a hablar, al principio de esta crisis, que amenaza a los fabricantes europeos, de que podrían aplicarse estas tasas con efecto retroactivo sobre los coches ya vendidos. Algunos analistas consideran que esta medida no supondría un verdadero freno para China. Además, dado el dominio global que tienen sobre la cadena de valor, afectaría a los propios fabricantes occidentales, que tienen que comprarle materiales, celdas o baterías. En estas circunstancias, se ha conocido que BYD comenzará a producir coches en Indonesia desde 2026, lo que serviría para esquivaría las tasas.

Francia, a por todas
En este clima tenso, el ministro de finanzas francés declaró que daría la bienvenida en Francia a cualquier proyecto industrial de BYD o del sector del automóvil chino. Ocurrió durante la visita del presidente chino Xi Jinping a París. En un gesto sorprendente, a la vez que intentaba llevarse inversiones chinas, el ejecutivo francés ha llegado a un acuerdo con los sindicatos franceses de apoyo a la industria de automoción, por considerarla considera estratégica, para que cuadripliquen las ventas de eléctricos hasta 2027, hasta 800.000 turismos. En los acuerdos se menciona "salvaguardar la soberanía".

Palabras similares aparece en las declaraciones del grupo de Reformistas y Conservadores Europeos. Porque no hay que olvidar que las elecciones europeas son inminentes, y se juega a varias bandas. Cualquier fabricante al que se le pregunte presume de estar preparado para hacer la transición al eléctrico, en caso de que permanezca la prohibición de vender coches que emitan CO2 a partir de 2035. Pero, a menos de un mes de las elecciones europeas, admiten estar atentos por si un cambio de orientación política pudiera retrasar la fecha y ajustar el enorme retraso del mercado del coche eléctrico.
China tira de ingenio
Como un método de esquivar problemas, la empresa china CATL ha declarado estar dispuesta a permitir la producción de sus baterías bajo licencia, en una entrevista a Cnevpost. CATL es el mayor fabricante del mundo de baterías (único con más de un 30 por ciento del mercado). Por logística, peso y tamaño, conviene que las baterías se produzcan localmente, cerca de la fábrica. Fabricar con licencia puede aportar economías y mejor suministro a las marcas tradicionales occidentales. En CATL dicen haber hablado con 12 fabricantes de coches, a los que les suministraría un proyecto llave en mano: la tecnología, la construcción de la planta, los servicios de operación, así como formación para un rápido dominio de la producción de baterías.

El trasvase de información puede ser una cesión envenenada, porque pueden llegar cuando se haya cambiado el paso en el mundo de las baterías de litio. CATL lleva tiempo desarrollando las tres distintas tecnologías de baterías de estado sólido, mejorando en todo a las actuales de iones de litio con electrolito líquido. Respecto a las baterías de sodio, occidente espera partir con cierta ventaja. Deberían ser más económicas y con materia prima menos sometida a presiones geopolíticas, pero CATL acaba de echar un jarro de agua fría al declarar que ya trabaja en una segunda generación de las mismas.

Con esta franquicia por la que recibirían royalties, CATL podría llegar tanto a mercados europeos libre de penalizaciones para quienes las usen, pero, sobre todo, a los norteamericanos. Si un fabricante quería que sus eléctricos pudieran acogerse a bonificaciones a la compra en EE.UU. a partir de 2025 (un descuento de 7.500 dólares), los materiales de las baterías no podían proceder de "países de especial preocupación" para la Secretaría de Estado, entre los que figura China. Pero EE.UU. está en año de elecciones presidenciales. Así que, para no amordazar a sus fabricantes locales, acaba de ampliar hasta 2027 la posibilidad de importar grafito de China, con el que producir baterías. En la actualidad, China refina el 90 por ciento del grafito mundial, que se emplea en polo negativo de las baterías.
No solo China tiene preocupaciones para exportar a norteamérica, como lo demuestra que BMW acaba de comenzar la construcción de un centro de producción de módulos de baterías en México. A partir de 2027, en la planta de San Luis Potosí se producirá el primer SAV de la Neue Klasse de BMW para América, dos años después que en Hungría, que surtirá al mercado europeo.

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