
Este año, los automovilistas españoles pagaremos a los ayuntamientos cerca de 4.000 millones de euros por el impuesto IVTM de circulación. Pero no todos vamos a tener la misma suerte.
Este Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), que se aprobó en España en enero de 1990 en sustitución del Impuesto Municipal sobre Circulación de Vehículos, se paga una vez al año, por lo general, en el período que va desde el 1 de abril al 30 de junio. El también conocido como "el numerito" genera unos ingresos anuales en torno a los 3.900 millones de euros a las haciendas locales. Pero no todos los conductores vamos a pagar por igual. Las diferencias entre los diferentes municipios pueden alcanzar un 900%, según los datos facilitados por Automovilistas Europeos Asociados (AEA).
Un ejemplo: un automovilista donostiarra paga un 49% más por el impuesto municipal de su automóvil que uno de Madrid, o un 158% más que uno domiciliado en Tenerife.
Los ayuntamientos pueden aumentar las cuotas
El impuesto se paga en función de la potencia fiscal del vehículo, en el caso de turismos; en función de la cilindrada, en el caso de las motos; y el peso y número de asientos, en el caso de los camiones y autobuses, respectivamente, de acuerdo con una tarifa mínima establecida para todo el territorio nacional, a excepción de los territorios históricos del País Vasco y Navarra.
Pero la ley no es estricta con los Ayuntamientos. Todo lo contrario. Se les permite incrementar discrecionalmente dichas cuotas, pudiendo llegar a cobrar hasta el doble de la tarifa mínima, situación que ocurre en 8 de las 52 capitales de provincia españolas, según el informe de AEA. También pueden aplicar bonificaciones de hasta el 75% en función del carburante y las características de los motores e, incluso, exonerar del pago del impuesto en el caso de los vehículos históricos y de más de 25 años.
"Pero es esta facultad discrecional de los ayuntamientos, señalan desde AEA, lo que ha posibilitado que se desvirtúe la finalidad del sistema tributario local y ha dado lugar a la creación en España de verdaderos "paraísos fiscales" en relación con el pago de un impuesto al que están obligados cerca de 38 millones de contribuyentes".
El origen de este fenómeno de los "paraísos fiscales", según nos comentan en AEA, nació a raíz de la eliminación del indicativo provincial de las matrículas españolas, en septiembre del año 2000, lo que permitió a los propietarios de grandes flotas de vehículos destinados al alquiler de coches y al renting concentrar la matriculación de sus vehículos en municipios con una baja fiscalidad.
Entre capitales de provincia, diferencias superiores al 150%
Un vehículo tipo medio, de 11,99 caballos de potencia fiscal paga en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife 34,08 euros; en Madrid 59 euros; en Barcelona, 68,16 euros; y en San Sebastián, 87,93. Es decir, un 158% más caro en San Sebastián que en Tenerife.
Entre los ayuntamientos españoles más caros, además de San Sebastián, AEA cita en su informe los de Vitoria, Bilbao, Barcelona, Tarragona, Lleida, Palma, Ciudad Real, Valladolid, Huelva, Granada y Murcia. Por el contrario, entre las capitales que podrían considerarse un "paraíso fiscal", estarían Santa Cruz de Tenerife, Melilla, Ceuta, Zamora, Palencia, Badajoz, Cáceres y Jaén.
Entre los municipios de una misma provincia, hasta un 70% de diferencia
Pero según el informe las diferencias de tarifas no sólo se producen entre las capitales de provincia de distintas comunidades autónomas, sino también entre ayuntamientos de una misma provincia. Así, por ejemplo, la tarifa que cobra el municipio de Las Rozas de Puerto Real o Patones, en la Comunidad de Madrid, es siete veces más barata que la que se cobra en Madrid capital; o dentro de Cataluña, la que cobra el municipio de Rajadell o Aguilar de Segarra es ocho veces inferior a lo que se cobra en Barcelona.
Las empresas de renting matriculan sus coches en los "paraísos fiscales"
Esta disparidad de tarifas entre municipios ha motivado el que numerosas empresas de alquiler y de renting hayan concentrado la matriculación de sus flotas en pequeños municipios en los que han abierto sucursales por su favorable tratamiento fiscal. Y todos salen ganando porque a su vez estas localidades se benefician del ingreso que reciben por un impuesto de unos vehículos que ni siquiera circulan, ni van a circular nunca, por esa población.
Los 27 ayuntamientos con el "numerito" más barato
En el "Estudio sobre fiscalidad municipal del automóvil", se recoge una lista de 25 ayuntamientos en los que el número de vehículos de nueva matriculación superan el número de habitantes censados, llegándose a alcanzar índices de motorización muy superiores a las de EE.UU o Japón, como es el caso del municipio madrileño de Las Rozas de Puerto Real, con 578 habitantes, en el que el pasado año se matricularon 37 vehículos por habitante.
Los municipios considerados "paraísos fiscales" son los siguientes: Las Rozas de Puerto Real (578 habitantes), Patones (566), Venturada (2.445), La Hiruela (74), Navacerrada (3.282), Colmenar de Arrroyo (1.947), Robledo de Chavela (4.705), Moralzarzal (14.124), Collado Mediano (7.490), Redueña (304), Torrelaguna (4.949), Brunete (11.014) y Torremocha del Jarama (1.144), en la Comunidad de Madrid; Aguilar de Segarra (294), Rajadell (571) y Les Cabanyes (998), en Barcelona; Sarratella (110), en Castellón; Castielfabib (291) y Puebla de San Miguel (53), en Valencia; Escorca (194), en Mallorca; Benidoleig (1.218) y Facheca (101), en Alicante; Retascón (71), en Zaragoza; Montejaque (938) y Macharaviaya (523), en Málaga; Tejeda (1.844) en Las Palmas; y Borox (14.114), en Toledo.