
El fabricante de componentes de automoción Forvia, la antigua Faurecia, recortará su presencia en Europa. La multinacional francesa recortará 10.000 empleos en los próximos cinco años, de los 75.500 actuales, por la caída de la producción de automóviles y un estancamiento de la misma previsto hasta 2030.
El fabricante francés de componentes de automoción explicó que para "minimizar tanto como sea posible el impacto sobre el empleo" de aquí a 2028 de este programa, bautizado EU-Forward, ha tomado una serie de decisiones para el recorte de la plantilla.
Además de aprovechar el proceso "natural" de no renovar puestos de los que se jubilan o dejan la empresa, va a "reducir inmediatamente y de forma drástica la contratación en Europa, adaptar el nivel de empleo no permanente y reducir fuertemente el recurso externo a I+D" (investigación y desarrollo).
Todo ello pese a haber cerrado el ejercicio 2023 con un beneficio de 222,2 millones de euros, lo que supone dejar atrás las pérdidas de 382 millones de euros del ejercicio 2022, marcado por la inflación, el alza de los tipos de interés y la resaca de la escasez de semiconductores. Su resultado operativo en 2023 creció un 35,7% hasta los 1.439 millones de euros, al tiempo que su facturación registró un alza del 10,9% (14% en términos comparables) hasta alcanzar los 27.248 millones.
Con este movimiento, la multinacional francesa, fruto de la absorción de la alemana Hella por parte de la francesa Faurecia, pretende adaptarse a las nuevas normativas comunitarias, estar preparado para la llegada de nuevos actores del sector del automóvil, como Asia, y mejorar la rentabilidad de la compañía en la región.
En concreto, la compañía recordó que entre 2019 y 2023 la producción europea cayó un 16%, mientras en Asia creció un 12%, y además "las últimas previsiones contemplan un crecimiento casi nulo de la producción automovilística europea entre 2023 y 2030", al tiempo que en el resto del mundo progresará en torno al 9% en ese periodo.
Para Forvia, la región formada por Europa, Oriente Medio y África (EMEA) ha reducido su peso en la actividad total del grupo del 50% en 2019 al 46% en 2023 en términos de ventas.
El fabricante de componentes tiene una fuerte presencia industrial en el Viejo Continente, en particular en Francia, España, Alemania, Reino Unido, Polonia, República Checa y Rumanía. En España, sus principales factorías están en Vigo, Valladolid, Tarazona (Zaragoza), Vitoria, Pamplona, Abrera (Barcelona), Almussafes (Valencia) y Villaverde (Madrid).
Su nuevo proyecto implicará aumentar sus cargas de reestructuración en un 50% hasta unos 1.000 millones de euros, de los cuales la mitad en 2024-2025 y la otra mitad en 2026-2028.
Por lo que respecta a la tesorería, los gastos de reestructuración también subirán un 50% a unos 800 millones de euros, igualmente en dos partes iguales en cada uno de esos periodos. La empresa espera con este ajuste un ahorro de unos 500 millones de euros en base anual en 2028.
El objetivo en términos financieros en mejorar la rentabilidad para superar un 7% de la facturación en Europa, frente al 2,5% en 2023 y disminuir el peso de la región EMEA al 40 % de las ventas en 2028 (frente al 46% en 2023).