
Los días de vino y rosas que vivieron los grupos automovilísticos en los salones de automoción están próximos a su fin. El Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, la cita más importante del sector en el Viejo Continente a la hora de presentar sus novedades, está de capa caída.
Esta cita anual lleva cuatro ejercicios consecutivos sin celebrarse debido a la pandemia y a las consecuencias derivadas de ella. La edición de 2024 será la primera que se celebre desde 2019, aunque los participantes que estarán presentes serán nuevos comparados con los de hace un lustro.
Los fabricantes automovilísticos tradicionales han declinado participar en estos eventos multitudinarios y costosos. Su lugar lo han ocupado los fabricantes asiáticos, ávidos de darse a conocer al gran público y de ganar cuota de mercado.
El primer gran fabricante que renunció a acudir a la cita ginebrina fue Volvo Cars. La multinacional sueca, propiedad del grupo chino Geely, anunció en 2018 que no estaría presente en la siguiente edición de este evento. Björn Annwall, por aquel entonces vicepresidente senior de Estrategia, marca y venta minorista en Volvo Cars, explicó que "la asistencia automática a eventos industriales tradicionales ya no es viable: debemos adaptar nuestras comunicaciones en función de cómo las opciones complementan nuestros mensajes, el calendario y la naturaleza de la tecnología que presentamos". Poco ha cambiado la situación desde entonces, por lo menos en la organización de estos eventos.
Lo que sí ha cambiado ha sido la situación de la automoción. En los últimos cuatro años se ha llevado a cabo una regulación del sector orientada a la electrificación. Pero también se ha vivido una pandemia a la que han seguido problemas relacionados con la cadena de suministro, como con la escasez de semiconductores, la guerra de Ucrania, el alza de los precios de la energía, los problemas en la logística, la inflación, el alza de los tipos de interés y, recientemente, la guerra en Gaza.
Este caldo de cultivo ha provocado una reorganización de las prioridades por parte de los fabricantes: ahora interesa la rentabilidad, no el volumen. Precisamente por este motivo la edición de este año del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra pasará a un segundo plano.
Renault, el último mohicano
Las grandes ausencias a la cita ginebrina serán la del Grupo Volkswagen y la de Stellantis. Los dos principales fabricantes con más presencia, producción y ventas del Viejo Continente no estarán presentes en la ciudad suiza.
Renault, por el contrario, será el único gran productor que sí lo hará. El consorcio automovilístico francés tiene marcado en rojo el año 2024. Y tiene motivos para demostrarlo. Tres años después de la puesta en marcha del plan Renaulution, ahora llega el momento de presentar una batería de novedades, principalmente eléctricas, con el objetivo de prepararse de cara al futuro. De hecho, este 2024 será el año con más lanzamientos en la historia del grupo francés. Entre las novedades con las que contará la marca del rombo destacan la llegada del renovado R5.
El grupo francés también estará presente con Dacia. En este caso, la marca rumana presentará la tercera generación del Duster, el nuevo Dacia Spring y el modelo con el que competirán en el Rally Dakar en 2025.
Asia coge el testigo
Lo cierto es que el Salón de Ginebra celebró en 2023 una edición en Catar. El país no se sitúa entre los principales mercados asiáticos, tampoco tiene fábricas automovilísticas, pero hay algo con lo que ningún otro puede competir: un alto poder adquisitivo.
En esta edición estuvieron presentes marcas como Mercedes-Benz, Nissan, Toyota, Lexus, BMW, Mini, Audi, Volkswagen, Porsche, Lamborghini y McLaren. Es decir, marcas conscientes de presentar sus novedades a un público con capacidad de compra. Además de estas compañías, otras menos conocidas también estuvieron presentes en la edición catarí. Todas ellas asiáticas, eso sí. Chery, Jaecoo, Omoda y VinFast. Su fin es otro: darse a conocer al gran público. Y esta tendencia es la que seguirán en el resto de eventos. Un ejemplo de ello se vio en el Salón Internacional del Automóvil de París en 2022. Dicha cita estuvo marcada por la presencia de Renault, Stellantis y numerosas automovilísticas chinas. En el evento, los máximos mandatarios de ambos consorcios (Luca de Meo, del Grupo Renault, y Carlos Tavares, de Stellanits) mantuvieron una reunión con el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron. Se desconoce el contenido de la misma. De lo que no quedó duda alguna es de que ambos mandatarios mostraron su disconformidad con las políticas comunitarias en materia arancelaria con las compañías asiáticas.
Lo cierto es que tras la pandemia, los principales salones del automóvil lo copan las firmas asiáticas. En la feria de electrónica de consumo, más conocida como CES de Las Vegas de principios del mes de enero, tan solo estuvieron presentes tres grupos automovilísticos (Hyundai, Mercedes-Benz y Volkswagen). Es una cita marcada en rojo para los fabricantes automovilísticos, dado que el vehículo cada día tiene mayor relación con el software que con el desarrollo de potencia. En dicha cita, Kia fue una de las marcas que reveló una nueva apuesta: la de abastecer a las compañías de reparto y VTC con vehículos comerciales ligeros eléctricos.
Entre los participantes que estarán presentes en el Salón de Ginebra destaca BYD, el fabricante chino que apunta este año a desbancar a Tesla como el fabricante con mayor venta de vehículos eléctricos. En el último trimestre de 2023, BYD comercializó un total de 526.409 turismos completamente eléctricos. Tesla, por su parte, cerró el periodo comprendido entre octubre y diciembre con un total de 484.507 modelos eléctricos. Pero también fabricantes como MG Motor, perteneciente al grupo chino SAIC, que ha liderado la penetración de las marcas chinas en los principales mercados comunitarios. Asimismo, fabricantes norteamericanos de vehículos eléctricos como Lucid también han apostado por esta cita. En el caso de los fabricantes nipones, Isuzu presentará sus novedades de vehículos industriales y comerciales. En el caso de firmas europeas, el fabricante español Silence también estará presente en el Salón de Ginebra.
Así las cosas, los salones de automoción en Europa evidencian su ocaso, que está estrechamente relacionado con el cambio de rumbo de la industria y el imparable desarrollo de Asia.