Carlos Sainz ha logrado con el equipo Audi su cuarto Rallye Dakar, lo que unido a sus 2 títulos del Mundial de Rallyes en las temporadas 1990 y 1992 le convierten en una leyenda del automovilismo a nivel mundial.
El pasado viernes Carlos Sainz y Lucas Cruz lograron, en Arabia Saudí, la victoria en el rally París Dakar, que supone su cuarta victoria en el rally más duro del mundo. Sin duda, fue un momento especial, muy importante, porque supone conseguir nuevos récord en la ya dilatada carrera del equipo español.

Por un lado, Carlos Sainz es el piloto que ha batido su propio récord al lograr una nueva victoria a los 61 años. También es una victoria única porque han conseguido ser el primer coche electrificado en ganar la legendaria prueba, africana, aunque ahora se disputa en Arabia Saudí.

A partir de ahora, todos son interrogantes sobre el futuro de este equipo, si volverán a embarcarse en un proyecto para ganar otra vez el Dakar o si lo harán en alguna otra disciplina. Creo que aún Sainz no va a tomar la decisión, aunque me consta que tiene algunos proyectos que le han ofrecido diferentes equipos. Sin duda, ahora es momento de disfrutar de lo que ya se ha conseguido, de sus impresionantes éxitos en competición, que le han convertido en una leyenda del automovilismo a nivel mundial.

Dos títulos del Mundial de Rallyes
Nada menos que dos títulos mundiales de Rallyes en las temporadas 1990 y 1992, y unos cuantos subcampeonatos que se escaparon en la últimos tramos como los de 1991 y el famoso "Carlos trata de arrancarlo" de Luis Moya . A ello se suman cuatro victorias en el París Dakar en los años 2010 (Volkswagen), 2018 (Peugeot), 2020 (Mini) y 2024 (Audi). Y aunque quizá menos importantes, dos campeonatos de España con Ford Sierra y otros dos subcampeonatos con Renault 5 Turbo.
Más allá de este éxito innegable y de esta trayectoria realmente legendaria, creo que ahora he visto a Sainz más contento, feliz y tranquilo que nunca por todo lo que ha conseguido en sus 44 años en el automovilismo deportivo. He tenido la oportunidad de vivir algunos momentos muy especiales con Sainz, he seguido siete temporadas del Campeonato de España de Rallyes, con sus dos títulos nacionales. Fue ahí donde Sainz se desarrolló como el número uno de los rallyes en España y uno de los mejores del mundo. También seguí junto a Sainz cinco temporadas del Mundial de Rallyes en las que, entre otras cosas, ganó sus dos mundiales.
La clave de todos los éxitos del piloto madrileño siempre ha sido el trabajo, el esfuerzo continuo, el no darse nunca por vencido. Y sobre todo entrenar, entrenar y seguir entrenando hasta conseguir hacerlo todo perfecto. En todos estos años he visto a Sainz hacer trabajar a los equipos al máximo para conseguir el coche perfecto. Esa era la única manera de lograr las victorias cuando los equipos rivales tampoco se quedaban parados.
Carlos Sainz, siempre entrenando
Cuando estaba el equipo Toyota y compartía coche con Kankkunen. Entonces, las pruebas de desarrollo eran muy especiales. Sainz estaba siempre rodando con el coche, iba ajustando todo en el vehículo, apurando las estabilizadoras, los ángulos de las suspensiones, etc. Cuando llegaba el finlandés, todo lo que decía al ingeniero era "a mí ponme el coche como a Sainz"
Sainz ha sido un rival para los mejores pilotos del mundial de Rallyes hasta la temporada 2005 en la que decidió irse. La era de los pilotos nórdicos, los Salonen, Vatanen, Alen, Kankunen o Blomqvist, se vio superada por un español que logró ser el primer no nórdico en ganar el rey de Suecia y el de Finlandia.
Su trayectoria de victorias mundialistas comenzó en el Rally Acrópolis, en Grecia, en el año 1990. Posteriormente ganó esa misma temporada en Nueva Zelanda, 1.000 Lagos en Finlandia y RAC de Inglaterra, lo que le aseguró su primer titulo mundial. Sainz logró nada menos que 26 victorias en Rallyes del mundial. Entre otros, Montecarlo, Suecia, Nueva Zelanda, Turquía, Cataluña, Argentina o Chipre. También ganó en el Rallye Safari, disputado en Kenia sobre pistas intransitables. Desde de su estreno en el Rallye de Portugal en 1987 con un Ford Sierra, Sainz dejó el mundial en la temporada 2005 con 26 victorias absolutas.
Reinventarse corriendo el Dakar
Cuando decidió reinventarse e ir a competir en el Paris Dakar, lo hizo en el equipo Volkswagen. Fue en el año 2006 y era un proyecto muy bueno, a largo plazo, en el que podría desarrollar un coche para lograr vencer algún día esa mítica carrera, que era nueva para el madrileño. Este proyecto abrió un nuevo capítulo en su vida de piloto de carreras. Y lo hizo como siempre comenzando con humildad trabajando día y noche para desarrollar un coche que con el cabo del tiempo se convirtió en el ganador de la cara.
Los dos primeros años fueron de experimentar y desarrollar el coche, con resultados mediocres. En 2008 se canceló la prueba y en 2009 estuvo muy cerca de la victoria, pero un grave accidente en una zona mal señalizada le pudo costar la vida. En el año 2010 llegó con el único objetivo de ganar y así logró su primer "touareg", al volante precisamente del Volkswagen Touareg. También calló la boca de muchos "expertos" que decían que no valía para el Dakar. En 2011 repitió equipo y terminó tercero.
Tras dos años en un equipo amateur en los que desarrolló un buggy con el que no llegó a terminar, en 2015 volvió por la puerta grande con el equipo Peugeot. Después de tres años de abandonos por el desarrollo y la fiabilidad del vehículo de Peugeot, en 2018 logró llevar "su" Peugeot 3008 DKR a la victoria. En 2019 se enroló en el quipo Mini, nuevamente un proyecto a tres años. Terminó 13º el primero, ganó en el 2020 y en 2021 acabó tercero.
El proyecto de Audi, el más ambicioso
En 2022 llegó el que el propio Sainz considera como el proyecto más ambicioso de los que ha abordado. La razón es que no solo era desarrollar un coche nuevo para ganar, lo habitual para Sainz, sino hacerlo con una tecnología totalmente nueva. Un vehículo con una estructura de vehículo diferente, con un reparto de pesos que no tiene nada comparable con el de un coche de carreras convencional por las baterías y los tres motores. Han sido tres años muy duros, con momentos complicados, pero finalmente lo ha conseguido.
A su vuelta España reconocía que el principio de este proyecto de Audi en el Dakar fue bastante frustrante. Cuando llegó Alemania a recorrer los primeros kilómetros con el coche, lo puso en marcha después de aprenderse todo lo que tenía que hacer, y no consiguió hacer ni un solo metro. Tuvo que esperar dos días para solucionar los primeros problemas que se habían presentado y con ello empezar a mover ese vehículo de carreras.

Después de eso llegaron años complicados de trabajo. En el primero, en 2022, el Dakar supuso un estreno muy bueno para el RS Q e-tron. Se lograron hasta cuatro victorias de etapa en el Dakar, pero los problemas técnicos lógicos del desarrollo no permitieron una victoria en la carrera. Pero era un coche rápido al menos.
El 2023 fue un año difícil con Audi
El año siguiente fue mucho peor. Carlos se vio obligado abandonar por diferentes averías, pero no lo hizo y se mantuvo en carrera hasta el final, aunque sin opciones. El objetivo era que los ingenieros del equipo pudieran analizar su funcionamiento en carrera. Un año, el 2023, muy malo de resultados, pero muy bueno en experiencia con el coche.
Y este año 2024, que era el último para el proyecto de Audi en el Dakar, se ha saldado con una impresionante victoria. Para ello Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz han estado muchos meses trabajando, analizando, probando y haciendo todo lo necesario para que todo funcionara a la perfección. El Dakar es una carrera muy difícil en la que hay muchos imprevistos.
Y mucho más aún con una mecánica tan innovadora como esta de un coche con dos motores eléctricos y con uno de gasolina para producir la electricidad necesaria. Pero si se llevan todos los deberes bien hechos hay muchas más posibilidades de que todo salga bien al llegar a la meta. Y el resultado demuestra que así se ha hecho a lo largo de los últimos tres años, un trabajo constante, y muy bueno, del equipo.
Mucho más que un piloto
Sainz ha demostrado a todo el equipo de Audi que no solo es un piloto muy rápido, uno de los más rápidos en el mundo sobre cualquier terreno. También es un gran hombre de equipo, un trabajador que lucha como nadie por la victoria. Tesón, esfuerzo, sacrificio, trabajo, ilusión... son las palabras que mejor definen lo que son Sainz y su copiloto Lucas Cruz. También lo que les ha llevado a convertirse en una leyenda en todo el mundo.
Por todo ello, en la rueda de prensa a su llegada a Madrid, Sainz se mostraba relajado y tranquilo, pero también muy orgulloso, después de haber logrado el que quizá haya sido el reto más complicado de toda su vida deportiva, llevar a la victoria un coche eléctrico en el Dakar. Con esta gran victoria, el piloto madrileño y su copiloto inseparable en estas aventuras africanas, Lucas Cruz, han demostrado que el esfuerzo y el trabajo constante siempre tienen su recompensa.

Enhorabuena campeón, ya eres la leyenda del automóvil no solo en España sino en todo el mundo. Todos tus rivales, Loeb, Peterhansel, Al Attiyah..., todos tienen un gran cariño y respeto al español y saben que ¡el matador! nunca perdona.