
Se acaban los incentivos a la compra de coches eléctricos. Algunos Gobiernos de los principales países productores de vehículos han dejado de incentivar la compra de este tipo de modelos. China, primer productor mundial, y recientemente Alemania, sexto productor mundial de y primero de Europa, han sido los primeros en dejar de incentivar la compra de vehículos eléctricos.
El caso de China es el más particular de todos. El Gobierno chino lleva más de una década incentivando la adquisición de modelos electrificados (eléctricos e híbridos enchufables). Una medida que se dejó de aplicar desde comienzos de 2023. No obstante, algunos estados chinos han mantenido este tipo de incentivos. Por poner algunas cifras, el Estado chino destinó entre 2009 y 2022 más de 200.000 millones de yuanes (cerca de 25.500 millones de euros) a incentivos y exenciones fiscales para la compra de coches eléctricos.
Como resultado de esta política, China es el mercado más voluminoso del mundo, ya no solo de vehículos -por cuestiones demográficas-, sino que también lo es del mercado de coches eléctricos. Por poner un ejemplo, entre enero y noviembre, las ventas de vehículos completamente eléctricos en China alcanzaron los 5,86 millones de unidades, un 23,6% más en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM). Ninguna otra región del mundo ha llegado siquiera a equiparar estas cifras y tampoco está previsto que lo haga en el corto plazo. Por comparar estas cifras, en la Unión Europea, los países que forman parte de la Asociación Europea de Libre Comercio (Islandia, Noruega y Suiza) y Reino Unido se han comercializado en el mismo periodo del tiempo un total de 1.813.941 turismos eléctricos, un 39,7% más en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de la patronal europea de fabricantes de vehículos (Acea).
Alemania ahorra 60.000 millones
Pues bien, ahora el fin de las ayudas ha llegado a Alemania. Desde el pasado 17 de diciembre no se pueden presentar nuevas solicitudes para obtener el bono ambiental. Todo ello como consecuencia del cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional Federal, el cual declinó transferir 60.000 millones al Fondo para el Clima y la Transformación (KTF). Desde comienzos de este año, los incentivos en Alemania a través del bono medioambiental ascendían hasta los 4.500 euros en el caso de modelos eléctricos de hasta 40.000 euros, mientras que se podían beneficiar de 3.000 euros los compradores de un modelo con un precio de entre 40.000 y 65.000 euros. A este importe había que añadir la parte de los fabricantes, que en el caso de los modelos de hasta 40.000 euros suponía 2.250 euros, mientras que en el de los modelos de entre 40.000 y 65.000 euros el importe añadido se situaba en los 1.500 euros.
Pese al fin de las ayudas estatales, algunas automovilísticas han anunciado que mantendrán estos descuentos. Es el caso de Stellantis, Volkswagen o Tesla, las cuales mantendrán estos subsidios hasta final de año.
Lo cierto es que, con este programa de ayudas, el cual está vigente desde 2016, se han pagado en total unos 10.000 millones de euros como parte del bono medioambiental para unos 2,1 millones de vehículos eléctricos.
Francia prioriza la producción europea
El último país en plantear una modificación de los subsidios a la compra de coches eléctricos ha sido Francia. El Estado francés llevó a cabo el pasado 15 de diciembre una modificación de los incentivos con el objetivo de proteger la industria europea. De hecho, algunos modelos como el Dacia Spring, perteneciente al Grupo Renault y que se fabrica en China, ha dejado de ser uno de los modelos elegibles para aplicar el bono ecológico.
Dicho bono tiene una bonificación de hasta 5.000 euros para personas físicas en caso de comprar un turismo y de 3.000 euros para personas jurídicas. Una bonificación que se ve incrementada en 2.000 euros en caso de que el comprador tenga una renta inferior o igual a los 14.089 euros.
España, por su parte, ha ampliado hasta julio las ayudas del plan Moves III. Este programa de incentivos, dotado con 1.200 millones de euros, tenía el objetivo de alcanzar las 238.000 peticiones de ayuda y ya se ha cumplido, dado que hasta mediados de noviembre se registraron 250.000 solicitudes. Además, del presupuesto inicial restan 290 millones para atender la demanda.
Las ayudas en el caso de la adquisición de un turismo eléctrico o de pila de combustible alcanzan los 7.000 euros en caso de achatarrar un vehículo de más de siete años de antigüedad. En el caso de que un particular compre una furgoneta eléctrica o de pila de combustible y achatarre un modelo, la ayuda alcanza los 9.000 euros.
Ahora bien, el sector de la automoción busca incentivar aún más la electromovilidad con una reforma de la fiscalidad. Sobre todo, con medidas que favorezcan la adquisición de modelos eléctricos, como puede ser la supresión del IVA en la compra de estos modelos o medidas que incentiven a las empresas decantarse por estos vehículos.