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Lamborghini Huracan STO: 640 caballos en mis manos

Lamborghini Huracan STO: 640 caballos en mis manos
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Antes de empezar con esta historia, quiero dejar claro que nunca había conducido un superdeportivo. Mi mayor aproximación a uno se produjo cuando mis padres me regalaron de pequeño un coche a escala marca Hot Wheels que correspondía al Lamborghini Diablo de color azul brillante y vidrios polarizados. Y sí, es una trascendental coincidencia entre la marca del toro, mi gusto por los coches y esta primeriza experiencia de conducción. Allí nació todo.

Por eso, cuando supe que Lamborghini me invitaba a cubrir la Sterrato Driving Experience en Porto Cervo, Cerdeña (Italia), a conducir cuatro coches de la familia Huracán (STO, Sterrato, Tecnica y Evo Spyder) -en el marco de su aniversario de 60 años-, además, de hacer un guiño hacia mi infancia por el juguete, no dejaba de pensar en un capítulo de los Simpsons.

Me refiero a ese capítulo en el que Homer viaja a Italia a buscar un Lamborghini para su jefe y en el momento de conducirlo (como era de esperar) choca con un camión de fiambre, sin posibilidad de que lo cubra el seguro. De inmediato pensé que me podría ocurrir lo mismo, pese a que yo sí contaba con un seguro exhaustivo que me entregó la compañía del toro.

Sin embargo, todo salió bien. Ni los cuatro superdeportivos que me dejaron para probarlos sufrieron daños, ni yo. Pero hubo anécdotas que procedo a contar, sin crear expectativas de que se trate de un capítulo de 'Top Gear'. Ni cursos previos, ni circuitos cerrados. Del concesionario a la calle o, mejor dicho, a las estrechas y maravillosas rutas de Cerdeña.

Incursión en 640 caballos

Delante de mi, un Lamborghini Huracán Super Trofeo Omologata (STO) valorado en 377.575 euros. Sí, me prestaron de buenas a primeras el más caro de la familia de este modelo. El Huracán STO está homologado para un uso en carretera y se puede por tanto matricular, pero es evidente que el terreno que más le gusta son los circuitos. Se trata de un V10 de 630 CV de potencia, con una capacidad para disparar la adrenalina de cualquier mortal que es probable que no la tenga ningún otro 'Lambo'.

Estéticamente es precioso. Ya verlo, emociona. Su aerodinámico y afiladísimo morro llama la atención . Como curiosidad contar que en el Huracan STO el parachoques, la tapa del maletero y los paneles de los pasos de rueda forman una única pieza, una composición que Lamborghini llama «cofango» (unión de las palabras italianas «cofano», capó, y «parafango», parachoques). Detrás, me quedo con ese generoso alerón trasero, propio de un GT de competición, que se puede ajustar de manera manual en diferentes ángulos.

De ruta por Cerdeña

En la primera aproximación, no supe encenderlo. Los técnicos me ayudaron. Levanté la tapa roja que esconde el botón de encendido del motor, ubicado en la consola central, y lo primero que sentí fue vértigo al acelerarlo. El V10 5.2 litros atmosférico sorprende por su capacidad de respuesta al acelerador. Embriaga su sonido salvaje y… ¡ya no me quiero bajar!

Al principio tenía nervios y me sudaban las manos. Me preocupé de poner los espejos en su lugar y de familiarizarme con la conducción en modo "básico". No probé todas las modalidades que me ofrecía el coche (luego me arrepentí). Al soltarme y sentir confianza -que es lo que da este tipo de superdeportivo-, comencé a disfrutar de la experiencia. Desde el volante puedes seleccionar tres modos de conducción: seco, mojado o carretera, y su nivel de frenada te deja "seco" (es posible controlar la temperatura de los discos en la instrumentación digital).

Durante la ruta fui pensando en cosas de mortales. No dejaba de compararlo con un coche convencional. Entre otras, pensaba en los consumos del Lamborghini. justo cuando me tocó un atasco en un pueblo de Cerdeña (la marca homologa 13,9 l/100 km de consumo medio); en los resaltos y posibles roces con el suelo, dado que es un superdeportivo extremadamente bajo (125 mm de alto) ; en la visión y ángulo para aparcarlo y no rayarlo; en el "claustrofóbico" habitáculo, al que luego me acostumbré; y en la posición de los mandos en el salpicadero, no muy distintos a los coches mundanos. Todo esto ocurría en mi cabeza, mientras una persona mayor me adelantaba con un Opel Corsa gris en una de las rectas de la isla.

Ficha Técnica


Motor: V10 central trasero longitudinal
Potencia: 640 CV
Par máximo: 600 Nm
Consumo medio: 13,9 l/100 km
Largo x ancho x alto: 4,55 x 1,94 x 1,22 metros
Batalla: 2,62 metros
Peso: 1.339 kg
Propulsión: trasera
Transmisión: Automático de 7 velocidades
Aceleración 0-100 km/h: 3 segundos
Aceleración 0-100 km/h: 9 segundos
CO2: 331 g/km

El STO de los Huracan, "inspirado en el mundo de la competición" como señala su fabricante, es un coche magistral. Y es que, en sus rígidas butacas y baja distancia con el suelo, uno se aproxima a un estado de velocidad pura, pero siempre anclado a una seguridad que controla todos los límites. Características envueltas en un exclusivo trabajo artesanal, que solo pudo salir de las manos de Ferruccio Elio Arturo Lamborghini y que pude sentir por primera vez en carne propia gracias a la Sterrato Driving Experience de Lamborghini.

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