
Este año se venderán más de dos millones de coches usados, de segunda mano o de ocasión en España, siendo un mercado ya muy profesional y maduro, pero conviene tener cuidado en la tramitación.
Mientras que el mercado del vehículo nuevo sigue estando muy débil, en cifras próximas a la mitad de las logradas en los años buenos, cuando se superaban los 1,5 millones de coches matriculados cada año, las de vehículos usados siguen creciendo. Y lo hacen pese a la falta de vehículos de este tipo en stock.
La realidad es que en la situación actual, con una grave crisis económica que afecta a todos los sectores y con los coches nuevos cada día más caros por su elevada tecnología, muchos usuarios deben apostar por el coche usado. Otra de las causas hay que buscarla también en las dudas que los coches nuevos plantean a muchos usuarios, si apostar por un híbrido, un híbrido enchufable o un eléctrico. E incluso la opción, todavía interesante para muchos conductores de un modelo diesel.
En resumen, ya se venden dos coches usados, de ocasión, o seminuevos, según la denominación elegida, por cada coche nuevo matriculado en España. Los coches usados que se venden en nuestro mercado se pueden diferenciar en dos tipos de vehículos muy distintos.
Coches de renting
Por un lado los que proceden de un renting, vehículos perfectamente revisados y controlados por las empresas propietarias, que son muy buscados. Son vehículos que pasan todas sus revisiones en talleres oficiales, con pocos años, un máximo de cuatro, y en los que al no tener que pagar su usuario las revisiones/reparaciones, son coches muy buenos.

Pero luego están el resto de coche usados que son aquellos que tienen más años y que, por ello, también están menos revisados. En este sentido hay que destacar que algunos de estos últimos vehículos pueden llegar a ser un verdadero peligro para la circulación. Hoy en día se están vendiendo coches con más de 20 años en sus ruedas, que además adolecen de un mal mantenimiento.
Según un estudio sobre hábitos de compraventa de vehículos de ocasión en España, la confianza y la fiabilidad son elementos claves para los usuarios a la hora de adquirir un vehículo de estas características. Por ello, les ofrecemos algunas claves para que todo el proceso de cambio de titularidad se lleve a cabo con la mayor seguridad y cautela posible.
Un canal seguro
Un primer paso es elegir un canal seguro para hacer la adquisición. Una compra a un particular supone algunas ventajas, por el precio más bajo, pero puede tener problemas. Por ello, lo más aconsejable es hacerlo con profesionales del sector que puedan aportar una garantía jurídica, tanto a particulares como a profesionales de la automoción.

Siempre se debe exigir un contrato de compraventa. En él debe figurar datos personales del comprador y del vendedor, el importe de la venta y la fecha y hora en la que se ha realizado la transferencia. En este mismo contrato deben figurar la marca y modelo del vehículo, cilindrada, matrícula, número de bastidor o el kilometraje que figura en el cuentakilómetros cuando se realizó la compraventa. Esta será la única vía para poder reclamar al vendedor en el caso de que éste se encuentre manipulado.
Además, antes de adquirir un coche de segunda mano, es fundamental que el comprador inspeccione que el vehículo se encuentra libre de cargas y gravámenes ocultos, ya que todas las deudas, multas o sanciones pendientes pueden llegar a transferirse.
Comprobar todos los datos
Asimismo, el comprador deberá constatar que elementos como el motor, el embrague, los neumáticos, la suspensión, los frenos, las luces o la tapicería se encuentran en buen estado, que el vehículo haya pasado todas las revisiones correspondientes o que haya pasado favorablemente la última ITV. En este sentido, es aconsejable que el vendedor disponga del libro de mantenimiento del automóvil sellado, así como todas las facturas de las revisiones que se hayan llevado a cabo, para demostrar que ha seguido un buen mantenimiento.
Uno de los elementos más seguros y precisos que hará que el interesado conozca el estado real del vehículo es el Informe de Antecedentes del Vehículo de la DGT. Con este informe el usuario obtendrá información del estado técnico en el que éste se encuentra, la fecha en que fue matriculado por primera vez o el nombre de todos sus propietarios; lo que servirá para que el comprador verifique si la persona que vende el vehículo es su legal propietario.
Otro punto clave para hacer una compra segura de un coche de segunda mano es comprobar la identidad del vendedor del coche. Es imprescindible hacerlo antes de cerrar ningún acuerdo debido a la proliferación de estafas online en el mercado de ocasión. El denominado phishing car es una práctica que se produce de manera habitual en las páginas de compraventa en la que perfiles falsos o suplantados utilizan la venta de un coche para engañar al comprador mediante ofertas exageradamente atractivas.
Siempre es más caro, pero si es posible lo mejor es optar por adquirir el vehículo a un profesional acreditado. Conviene no fiarse de un amigo para comprar un coche, porque si hay cualquier problema mecánico, y en coches usados con muchos años estos suelen aparecer, además de todos los problemas, perderemos esa amistad