Motor

Volvo producirá su último coche diésel en 2024

  • Su objetivo: vender solo eléctricos en 2030
  • Para 2040, la marca será neutra en carbono

En plena transformación hacia la era 'cero emisiones', Volvo Cars ha puesto fecha a la muerte de sus motores diésel. La firma de origen sueco se encuentra en plena electrificación con una de las hojas de ruta más ambiciosas del sector, centrada también en la sostenibilidad.

Concretamente, este hito sucederá dentro de unos meses. Con motivo de la Semana del Clima de Nueva York, la marca propiedad de la china Geely ha anunciado el fin la producción de todos los modelos diésel de la compañía a principios del próximo año. Así, se convertirán en uno de los primeros fabricantes en dejar de comercializar esta propulsión.

El pasado mes de junio fue el primero en el que las ventas de turismos eléctricos en la Unión Europea superaron a las de diésel. Así, se comercializaron 158.252 turismos 'cero emisiones' (+66,2% en tasa interanual), mientras que las entregas de modelos diésel alcanzaron las 139.595 unidades (-9,4%).

Es más, las ventas de modelos de motorizaciones alternativas (electrificados, híbridos y de gas) acumulan un crecimiento del 36,4% en lo que va de año en el mercado español, lo que supone un 38,9% de penetración y hasta 295.304 unidades vendidas.

Ahora bien, pese a que éstos se mantienen al alza situándose como primera opción de compra, todavía muchos son los compradores se decantan por un coche de combustión. De hecho, los vehículos de gasolina crecen un 18,79% en los primeros ocho meses del año, con 279.258 matriculaciones (36,79% del mercado). Los diésel, por su parte, acumulan una tendencia alcista, aunque menos pronunciada. Un crecimiento del 4,36%, con 184.505 ventas y una cuota de mercado del 24,3%.

Según señalan desde Volvo, la tendencia se ha invertido en la demanda del mercado, derivada de las normativas sobre emisiones que ahora son más estrictas, como la Euro VII. Igualmente, entienden que la reducción de los modelos diésel en las calles también tiene un efecto positivo en la calidad del aire urbano. Los diésel emiten menos CO2 que los motores de gasolina, sin embargo, emiten más gases como el óxido de nitrógeno (NOx) que tienen un efecto adverso en la calidad del aire, especialmente en zonas urbanas.

Con todo ello, Volvo lo tiene claro. Su objetivo es vender coches totalmente eléctricos para 2030 y diez años después, confían en ser una compañía climáticamente neutra. El pasado año, con la venta de su participación del 33% en Aurobay a su matriz, la firma confirmaba estas ambiciosas metas.

"Las propulsiones eléctricas son nuestro futuro, y superiores a los motores de combustión: generan menos ruido, menos vibraciones, menos costes de mantenimiento para nuestros clientes y cero emisiones del tubo de escape", afirma el consejero delegado de Volvo Cars, Jim Rowan.

Actualmente, la mayoría de las ventas (61%) de Volvo en Europa son de coches electrificados, con propulsión totalmente eléctrica o híbrida enchufable. De hecho, los modelos Recharge acumulan un aumento del 59% y los totalmente eléctricos se han disparado un 200% hasta agosto.

"Estamos totalmente centrados en crear una amplia cartera de coches premium totalmente eléctricos que cumplan todo lo que nuestros clientes esperan de un Volvo, y que sean una parte clave de nuestra respuesta al cambio climático", apunta Rowan.

Tanto es así que, en el último año, Volvo ha presentado dos modelos completamente eléctricos: el EX30 y EX90. El primero, que es el más pequeño de los nuevos SUV eléctricos de la marca, ya está disponible para pedidos en España con un precio que parte de los 36.700 euros, sin campaña ni promociones. El segundo, que llegará un poco más tarde, es un SUV más amplio de hasta siete plazas que se podrá adquirir por un precio que parte de los 83.127 euros.

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