Probamos esta semana la versión híbrida enchufable más potente del Opel Astra, con hasta 65 km de autonomía eléctrica y un potente motor de gasolina de 180 caballos. Es la versión GSe con la que hereda unas míticas siglas deportivas.
Sin duda el grupo Stellantis ha hecho un gran trabajo con el lanzamiento del nuevo Opel Astra. Es un modelo que mantiene la herencia de más de 60 años en la producción de vehículos compactos de la marca alemana, con los Kadett y más tarde el Astra. Pero a esta herencia le aporta la plataforma y la mecánica electrificadadel grupo multinacional.
Con ello se consigue un modelo compacto, de aspecto muy deportivo por su estética y también por sus proporciones. Y es que es un coche muy bajo, y también muy ancho, lo que le proporciona un estilo realmente deportivo. También sus llamativas llantas de 18 pulgadas o su pintura bicolor contribuyen a ello. Y de esta forma puede competir en el segmento de los deportivos compactos, con modelos como el Golf GTi y todos sus rivales.
Tiene muy buenos asientos, sujetan bien el cuerpo y proporcionan un buen confort.
El nuevo Opel Astra solo mantiene el nombre de su antecesor y el segmento en el que participa. Pero ha supuesto una renovación total del modelo, con una nueva plataforma que ahora comparte con el Peugeot 308 o con el DS4 entre otros modelos del grupo Stellantis. Y también comparte con ellos su estrategia de electrificación.
Electrificación
El anterior Opel Astra solo tenía versiones diesel o de gasolina, eso sí incluyendo variantes con turbo y versiones deportivas más radicales, las denominadas OPC. Sin embargo, este nuevo Opel Astra viene marcado por la electrificación. Eso no significa que no se ofrezca con versiones diesel o de gasolina. De lo contrario, en España y en muchos mercados europeos a los que va dirigido, sería un fracaso. Pero también aporta interesantes mecánicas electrificadas. Y en este sentido las variantes híbridas enchufables suponen una gran apuesta intermedia entre los coches con motor térmico y los eléctricos.
En esta ocasión hemos probado la variante más potente híbrida enchufable, que combina una etiqueta "0 emisiones" con un comportamiento dinámico realmente deportivo. Y la mejor prueba de esta gran deportividad la tenemos en el modelo que hemos probado, que hereda esas siglas míticas de GSe.
Ofrece un buen dinamismo en carreteras viradas, donde saca a relucir sus siglas GSe.
El comportamiento dinámico del vehículo es realmente bueno. Lo es porque es un coche muy bajo, que circula muy pegado al asfalto y que, por ello, sus movimientos y balanceos de carrocería son prácticamente nulas. Además las suspensiones son bastante firmes lo que proporciona ese toque deportivo realmente agradable. Todo ello permite disfrutar de la conducción al máximo, sobre todo en una carretera virada.
Además de esas suspensiones, cuenta también con el apoyo de una monta de neumáticos muy especial. Emplea unos neumáticos de llanta 18 con un perfil muy bajo, 40, lo que hace que tenga muy pocas deriva y que proporcione una precisión de guiado muy buena. Conducir con este vehículo por carreteras viradas es un gusto. No solo por su buena estabilidad, sino también por el empuje de su mecánica.
Gasolina 180 CV
A nivel mecánico encontramos un motor de gasolina muy potente, de 180 caballos, lo que permite una perfecta combinación de las dos motorizaciones eléctrica y de gasolina. Cuando utilizamos el coche en ciudad y tenemos carga en la batería del vehículo, este funciona en modo 100 % eléctrico y permite una conducción muy ágil pero con cero emisiones. Lo importante es que en este modelo, cuando se acaba la batería y queremos hacer un gran desplazamiento podremos hacerlo sin limitaciones.
Uno de los aspectos negativos es su maletero, solo 352 litros, por su batería en el piso del mismo.
Por ejemplo en un viaje de vacaciones en estas épocas en las que estamos, el coche se mueve también con mucha alegría por carretera cuando su batería está agotada. La razón es que tiene un potente motor de gasolina de 180 caballos. Este propulsor le proporciona la soltura de un coche deportivo dentro de las dimensiones de un modelo compacto. En estas circunstancias hay que tener en cuenta que el coche tendrá un consumo elevado por el peso adicional de las baterías
El Astra tiene un selector de modos de conducción con las tres posiciones más características en un híbrido enchufable: modo eléctrico para uso en ciudad, modo híbrido para uso en carretera y una opción Sport, más deportiva. En este caso, el sistema va gestionando el empleo de ambas motorizaciones y cuando se hace necesario funcionan los dos motores al mismo tiempo. Con ello, proporciona una potencia máxima superior, más empuje y un comportamiento dinámico excelente.
Buenos asientos
Por lo que se refiere a su interior, el puesto de conducción es muy discreto con un panel que integra el cuadro de instrumentos de 10 pulgadas y otra pantalla de 10 pulgadas también para manejar los distintos sistemas del vehículo. El sistema de cámaras con la visión 360 grados funciona especialmente bien en este modelo. Además de la imagen del vehículo desde arriba, también aporta en la misma pantalla una imagen de la zona hacia la que vamos, ya sea delantera o trasera. Y con ello se evitan riesgos al maniobrar, algo siempre importante.
Ofrece tres modos de conducción, eléctrico para ciudad, hibrido para carretera y un modo deportivo.
Un aspecto que me ha gustado mucho son sus asientos. Habitualmente todos los modelos de Opel llevan un tipo de asiento muy bien estudiado para proporcionar un gran confort y hacer que los largos viajes en el coche no supongan un esfuerzo adicional para los ocupantes. En este caso es un asiento perfecto con aspecto de tipo bacquet y con un acabado en Alcántara que resulta muy elegante. Y, como les decía, también muy confortable.
El vehículo, el Opel Astra GSe, es una opción muy buena para personas que busquen esa dualidad entre un uso urbano diario en modo eléctrico, pero sin renunciar a viajes por carretera. La recarga se puede hacer sin tener una instalación muy potente ya que la batería de 12,4 kWh se recarga de una manera bastante fácil y solo requiere 6 horas en un punto de 2 kW. No se puede recargar con corriente continua en un punto de carga rápida, pero tampoco es muy necesario.
Maletero justo
Esta versión del Astra GSe tan solo tiene un aspecto que me parece negativo y es su maletero. Mientras el maletero normal de un Astra diesel o de gasolina es de 422 litros, en este caso del PHEV, al llevar la batería en la parte baja del maletero, su capacidad se reduce hasta 352 litros. Si buscamos una mayor capacidad de carga, siempre tendremos la opción de la variante de carrocería familiar, el Astra Sports Tourer que pronto estará disponible en el mercado también con esta motorización híbrida enchufable de 225 CV.
Puesto de conducción bastante sencillo con un cuadro de 10 pulgadas y otra pantalla del mismo tamaño.
Por todo ello, este Opel Astra GSe es una opción interesante si se busca esa dualidad, si se tiene un punto de recarga accesible a diario y si buscamos un modelo en el que prime más su comportamiento deportivo y su dinamismo en general más que su capacidad de maletero o su habitabilidad interior, que es normal entre los vehículos del segmento compacto. Y al ser un coche tan bajo, el acceso a su interior es algo delicado, sobre todo cuando se tienen unos años.
Con esta versión enchufable del Astra, Opel recupera la denominación GSe para sus modelos deportivos.
Ficha Opel Astra GSe
Motor de gasolina: 4 cilindros en línea
Potencia máxima: 180 CV
Par motor: 250 Nm
Cilindrada: 1.598 cc.
Combustible: gasolina
Motor eléctrico
Potencia 110 CV
Par motor: 320 Nm
Potencia combinada: 225 CV
Capacidad de la batería: 12,4 kWh
Autonomía eléctrica: 64 km
Velocidad máxima: 235 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h, 7,5 segundos
Tracción: Delantera
Consumo homologado WLTP en ciclo combinado 1,1 litros.
Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,37 x 1,86 x 1,44 metros
