Toyota ha cerrado su primer trimestre fiscal 2023/2024 (comprendido entre abril y marzo) con un beneficio de 1,31 billones de yenes (8.371 millones de euros), lo que supone un incremento del 78% en tasa interanual, gracias a los tipos de cambio favorables, así como a un incremento de las ventas.
El principal fabricante y vendedor de vehículos del mundo tuvo un beneficio operativo de 1,12 billones de yenes (7.155 millones de euros), un 93,7% más en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Asimismo, el margen operativo en el primer trimestre alcanzó el 10,6%, lo que supone 3,8 puntos porcentuales más en comparación con el primer trimestre del ejercicio fiscal anterior.
La multinacional nipona ha destacado que el volumen de ventas aumentó en todas las regiones gracias a los esfuerzos de mejora de la productividad promovidos con los proveedores, además de una mejora de la situación de la oferta y la demanda de semiconductores, que se mantuvo durante un tiempo.
La cifra de negocio de Toyota entre abril y junio se situó en los 10,5 billones de yenes (67.332 millones de euros), lo que equivale a un incremento del 24,2% en tasa interanual.
Las ventas consolidadas de vehículos en el periodo se situaron en 2.326.000 unidades, lo que supone un 15,5% más en comparación con el mismo periodo del año anterior. Además, el 34,2% de sus ventas en el primer trimestre correspondieron a modelos electrificados (híbridos, híbridos enchufables, eléctricos y de pila de combustible de hidrógeno), mientras que en el primer trimestre del ejercicio fiscal anterior estas ventas supusieron el 28,5%.
En términos productivos, el mayor fabricante de vehículos del mundo fabricó en el primer trimestre un total 2.345.000 unidades, lo que supone un incremento 21,1% en tasa interanual.
Previsiones
De cara al cierre del ejercicio fiscal, Toyota prevé lograr un beneficio neto de 2,58 billones de yenes (16.471 millones de euros), lo que supondría un incremento del 5,2% en comparación con el cierre del ejercicio fiscal anterior.
Asimismo, Toyota prevé lograr un beneficio operativo de 3 billones de yenes (19.150 millones de euros), lo que equivaldría a un alza del 10,1% en comparación con el ejercicio fiscal anterior.
La nipona estima que conseguirá una facturación de 38 billones de yenes (242.000 millones de euros), un 2,3% más en tasa interanual.
