Toyota ha cerrado el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2023, comprendido entre los meses de abril y junio) con un beneficio neto de 736.820 millones de yenes (5.409 millones de euros), lo que supone un 17,9% menos en comparación con los 897.832 millones de yenes (unos 6.930 millones de euros) logrados en el primer trimestre de su anterior ejercicio fiscal.
Todo ello debido al encarecimiento global de las materias primas, combinado con la continuada devaluación del yen frente a otras divisas, lo que incrementó aún más sus costes de producción.
El líder mundial de ventas de vehículos destacó que su producción durante el primer trimestre del año fiscal se vio impactada por los confinamientos en China a raíz de los rebrotes de coronavirus y por las inundaciones en Sudáfrica.
El beneficio operativo de la multinacional nipona en el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2023 se situó en los 578.655 millones de yenes (4.246 millones de euros), un 42% menos en tasa interanual. Asimismo, el margen operativo logrado por Toyota en su primer trimestre alcanzó el 6,8%, mientras que en el mismo periodo del año anterior se situó en el 12,6%.
La facturación se situó en los 8,49 billones de yenes (62.316 millones de euros), un 7% más en comparación con los 7,93 billones de yenes (unos 61.262 millones de euros) logrados en el primer trimestre de su ejercicio fiscal 2022.
Las ventas consolidadas de vehículos en el periodo se situaron en 2.342.000 unidades, lo que supone un 7,9% menos en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Así, Toyota asegura que el volumen de ventas se redujo porque no pudieron producir lo suficiente. En particular, los vehículos electrificados son más propensos a sufrir el impacto de la escasez de semiconductores, ya que requieren muchos semiconductores. En consecuencia, el plazo de entrega es más largo para los vehículos electrificados.
Recorta las previsiones
Toyota ha recortado sus previsiones de cara al resto de su ejercicio fiscal, que finalizará en marzo del año que viene. Así, la multinacional prevé que su beneficio neto se sitúe en los 2,36 billones de yenes (17.298 millones de euros), lo que supone un 17,2% menos en comparación con las previsiones que manejaba el gigante nipón al cierre de su ejercicio fiscal 2022.
También prevé que tendrá un beneficio operativo de 2,40 billones de yenes (17.595 millones de euros), un 19,9% menos frente a las anteriores previsiones. En cuanto al margen operativo, Toyota prevé que se sitúe en el 7%, frente a las anteriores previsiones del 7,3%.
No obstante, estima que su facturación se incrementará un 9,9% en comparación con las anteriores previsiones, hasta los 34,5 billones de yenes (253.046 millones de euros).
De cara al resto del ejercicio, Toyota ha mantenido sin cambios sus previsiones. De esta manera, el gigante nipón prevé que las ventas se sitúen en las 9.900.000 unidades. Tampoco ha realizado cambios en las previsiones de producción, por lo que estima que fabricará un total de 9,7 millones de vehículos.