
Las baterías eléctricas extraíbles tipo trolley con las que Silence ha revolucionado la movilidad terrestre, primero con motos eléctricas y recientemente con un minicoche urbano que produce en Barcelona, han probado ahora también su eficacia en la náutica, con su incorporación como motorización de una barca de recreo de cinco metros de eslora.
Se trata de un prototipo validado por el astillero mallorquín Nauta Morgau, que también ofrece servicios de alquiler, y que vio una oportunidad en este segmento a través de las baterías extraíbles, ya que permiten realizar más salidas diarias y reducir la inversión inicial, a través de la opción de renting que comercializa la compañía catalana.
Todo empezó cuando Marc Balaguer, fundador de Nauta Morgau, escuchó una charla del fundador y consejero delegado de Silence, Carlos Sotelo, en una escuela de negocios a finales de 2021. Nada más acabar pidió su contacto y en cuestión de semanas ya estaban en el taller de I+D de Silence ideando cómo hacer posible el uso de las baterías en embarcaciones.
"Para las empresas de alquiler, el mayor coste de la embarcación son las baterías, que suponen alrededor del 35%, pero con el renting se convierten en un pago equivalente al combustible", señala Balaguer a elEconomista.es.
Nauta Morgau construye embarcaciones eléctricas, y por tanto está en contacto con múltiples fabricantes de baterías, pero afirma que el sistema de baterías extraíbles de Silence, con ruedas tipo trolley, es el más cómodo y "permite hacer tres salidas diarias en vez de dos", ya que no hay que esperar a recargar, sino que se pueden sustituir las baterías.
El prototipo validado es una adaptación del modelo Navilera, con casi cinco metros de eslora y acabados de madera, y funciona con cuatro baterías Silence. "Hemos demostrado que es factible, y ahora solo queda decidir si se da el paso a la industrialización. El siguiente paso debe ir de la mano del equipo técnico de Silence. Estamos en conversaciones", detalla.
Por si acaso, Nauta Morgau ya está proyectando un nuevo centro de producción en el que poder fabricar barcas de fibras vegetales y acabados de madera a partir de moldes, lo que permitiría agilizar la construcción. Su tamaño y ubicación dependerá de los planes que se concreten.
Mercado creciente
Balaguer incide en el potencial del mercado de las barcas de recreo eléctricas, ya que en los lagos de Suiza ya hace años que está prohibida la navegación con combustión, al igual que en aguas interiores de diversos países, incluida España, y este tipo de regulación en favor del medio ambiente va en ascenso. En Ámsterdam, por ejemplo, estará prohibida la circulación de cualquier vehículo de combustión (incluidos barcos) en 2030.
Se da la circunstancia añadida de que el principal accionista de Nauta Morgau forma parte de OK Group, del que también es parte OK Mobility, que ha anunciado que comprará 5.800 minicoches a Silence en tres años por 100 millones, en una alianza que incluye exclusividad para flotas en este tiempo y además 700 motos eléctricas.