
Antolin ha cerrado el ejercicio 2022 con números rojos. La multinacional burgalesa de componentes de automoción tuvo el año pasado un resultado atribuido negativo de 225,5 millones de euros, casi tres veces más que un año antes. Todo ello tras realizar provisiones extraordinarias por el deterioro del valor de algunos activos, así como por la venta del negocio de la empresa en Rusia.
En el primer caso, el impacto en las cuentas de Antolin ha representado 151,6 millones de euros, lo que no conlleva una salida de caja, dado su carácter de provisión contable. En el caso de Rusia, a la vista de la situación actual de la industria que impide desarrollar con normalidad la actividad y las decisiones de desinversión tomadas por los clientes, Antolin procedió a la venta del negocio en el país el pasado mes de marzo, lo que supuso registrar unas pérdidas adicionales de 25,9 millones de euros.
El resultado bruto de explotación (ebitda) en 2022 se situó en los 297,2 millones de euros, lo que supuso un incremento del 5% en tasa interanual gracias a las medidas de eficiencia puestas en marcha y a la optimización de costes.
La facturación del Antolin en 2022 se incrementó un 9,7% en tasa interanual, hasta alcanzar los 4.451 millones de euros. Un incremento que se debió a la robustez de su negocio a la capacidad para adaptarse al mercado. Además, el esfuerzo comercial y la apuesta por ofrecer productos con más valor añadido y tecnología a los clientes permitieron a Antolin cerrar 2022 con un récord de captación de proyectos por valor de 7.000 millones de euros.
En 2022, los ingresos de Antolin por regiones también evolucionaron mejor que los respectivos mercados. Las ventas en Norteamérica crecieron un 17%, hasta 1.565 millones, mientras que en Asia-Pacífico aumentaron un 24%, hasta superar los 730 millones. Por su parte, Sudamérica alcanzó unos ingresos de 93 millones, un 56% más, y África mejoró un 16%, hasta 84 millones. En Europa, Antolin también evolucionó de forma más positiva que el mercado al registrar unas ventas de 1.973 millones (-1%), frente a una caída de la producción europea de vehículos del 1,4%.
Ernesto Antolin, presidente de la multinacional burgalesa, ha explicado que "cerramos 2022 con una cartera de proyectos diversificada y amplia, que se está aprovechando del potencial de negocio que ofrece la nueva movilidad. Logramos así una importante base de crecimiento de futuro, mientras continuamos consolidándonos como el proveedor de referencia de los fabricantes de vehículos para el interior de sus coches".
En total, la empresa equipa a cerca de 600 modelos de vehículos en todo el mundo, incluidos más de 100 automóviles que emplean tecnologías alternativas al motor de combustión. En 2022, cerca de un 40% de los coches eléctricos vendidos en el mundo llevaba componentes de Antolin.
Previsiones 2023
En cuanto a las previsiones para 2023, Antolin prevé una evolución positiva de su negocio en un mercado que, según los analistas, seguirá recuperándose, pero sin alcanzar todavía las cifras previas a la pandemia.
Además, Antolin desarrollará su Plan de Transformación denomindo Gear up Our Ambition (Engrana nuestra ambición), en el que busca generar más valor en su negocio actual mientras desarrolla un proyecto de crecimiento sólido y rentable a largo plazo.
El ejercicio 2023 será un año de transición en el que Antolin se centrará en las iniciativas de excelencia operativa que incluyen acelerar la digitalización de sus fábricas y operaciones, así como la revisión y optimización de su red industrial con el objetivo de mejorar la eficiencia. Con todas estas acciones, espera obtener unos ahorros de 300 millones de euros en cuatro años, lo que permitirá mejorar su rentabilidad.
Este plan prevé que las ventas de Antolin crezcan de media entre un 7% y un 8% anual, hasta alcanzar cerca de 6.000 millones de euros en 2026 con un ebitda de unos 600 millones de euros ese año. El plan industrial también contempla una revisión de la red industrial con el objetivo de mejorar el rendimiento y la eficiencia. En un contexto donde la producción mundial de automóviles sigue lejos de las cifras prepandemia, la compañía tiene que adaptar su capacidad de fabricación a la situación real de la industria y las necesidades de los clientes.