El tira y afloja para intentar llegar a un acuerdo ante el recorte de empleo que Ford quiere llevar a cabo en su factoría española en Almussafes de momento ha servido para mostrar la distancia entre los planteamientos de la empresa, que plantea un ERE para casi el 20% de la plantilla, y los sindicatos, que consideran la propuesta desproporcionada y piden fórmulas para aumentar que se puedan presentar voluntarios.
Según ha informado UGT, el sindicato mayoritario en la factoría valenciana, la dirección ha mostrado su intención de que el recorte y la salida de un volumen tan importante de plantilla se efectúe en un plazo de apenas tres meses. Algo que el sindicado considera "inasumible", ante el elevado número de afectados, 1.143 en todo Ford España.
Ese periodo tan corto de tiempo supone un hándicap para encontrar voluntarios a las posibles bajas incentivadas por motivos de edad. Tras los dos expedientes realizados desde 2019, actualmente apenas 600 trabajadores de las instalaciones superan los 55 años, la edad en que se ve más bonificada esa alternativa por la proximidad a la jubilación.
Además desde UGT se apunta que la oferta inicial es "un acuerdo a la baja" con respecto a lo pactado para esas salidas anteriores, que incluían menos afectados. Desde esta fuerza laboral se reclama a la empresa que rebaje la edad para esos beneficios voluntarios por debajo de los 55 años para tratar de reducir las salidas traumáticas. Una propuesta que desde la empresa consideraron como algo "descabellado".
Por su parte STM, instó en esta segunda reunión a la empresa a reducir el número de afectados y reorganizar la actividad, al considerar que hay secciones con sobretrabajo, una alternativa que la empresa ha rechazado.
Pérdida de modelos y electrificación
La compañía justifica este fuerte ajuste "principalmente" por el ya anunciado cese de la producción de dos de los modelos que fabrica la factoría, el S-Max y el Galaxy, el próximo mes de abril. Estos dos modelos no llegaron el año pasado al 7% de la producción en las líneas de montaje del complejo valenciano. La planta también dejará de producir la Transit Conect a finales de este año.
Pero además de esa reducción inminente, Almussafes se enfrenta a su reconversión al coche eléctrico. Aunque Ford aseguró la continuidad al asignarle una nueva plataforma de vehículos eléctricos, no empezará a producirlos hasta 2026. Y además la multinacional ya ha advertido que para ensamblar automóviles a baterías la mano de obra necesaria es hasta un 40% menor.
La empresa ha anunciado que de los 1.144 despidos previstos la mayoría se centrarán en la línea de montaje de coches, con 960 despidos, mientras que otros 140 corresponden a la planta de motores y el resto a oficinas tanto de Valencia como de la sede corporativa de Madrid (14). En total Almussafes cuenta con una plantilla de 5.800 personas.