Mazda lanza al mercado un modelo importante como es el nuevo CX-60, que se posiciona como su nuevo buque insignia. Cargado de tecnología, este nuevo SUV grande llega con una versión híbrida enchufable y más adelante llegarán variantes diesel y gasolina de seis cilindros con tecnología mild hybrid.
Mazda, como el resto de fabricantes de automóviles, ha vivido unos años complicados por la escasez de componentes. Esto ha hecho que sus ventas mundiales, y en Europa, hayan experimentado una notable reducción. La realidad es que cada coche que fabrica ahora la marca ya está vendido. Todavía hay bastantes limitaciones en el suministro de componentes.
Mazda vendió en 2021 en Europa 150.000 unidades por esta causa. Pero poco a poco las circunstancias mejoran y la previsión para el año 2022 sitúa las ventas en torno a las 160.000 unidades. En 2023 la marca prevé que se pueden vender en Europa 200.000 unidades. En todo el mundo, ese mismo año fiscal se podrán alcanzar los 1,3 millones de vehículos, lo que supondrá un 8 % de crecimiento.
La marca japonesa, con sede en Hiroshima, lanza ahora al mercado un modelo muy importante de cara a su futuro, el CX-60. Se trata de un todocamino grande, por encima de su compacto CX-5. Este modelo estrena muchas cosas en la marca japonesa, una nueva plataforma grande pensada para mecánicas de seis cilindros en línea, en diésel y gasolina. Pero estas versiones llegarán unos meses más adelante, mientras que ahora se lanza con una versión híbrida enchufable, también innovadora.

Esta variante PHEV cuenta con hasta 63 km de autonomía homologada. El nuevo CX-60 es el primer vehículo de la marca con esta tecnología híbrida enchufable, que abre un hueco importante ante la obligación legal de electrificar los vehículos. Este CX-60 es un modelo que debe permitir a la marca escalar posiciones y acercarse, cada día más, al segmento premium. Básicamente, se trata de un modelo grande, con configuración de un amplio vano motor, propulsor delantero longitudinal y propulsión trasera.

Con este nuevo modelo, y su mecánica híbrida enchufable, hemos podido hacer una primera toma de contacto en las proximidades de la sede europea de la marca, en Leverkusen. Y la primera impresión es que Mazda da ese paso adelante para convertirse en una marca premium y diferente. Lo es por su funcionamiento y dinamismo, pero también por su interior, su calidad de terminación o los materiales empleados.
Marca diferente
Mazda siempre hace las cosas diferentes, desde hace muchos años, y esa filosofía rompedora forma parte de su manera de hacer las cosas. También es una manera de diferenciarse del resto de fabricantes, en un mercado tan global. Cuando las marcas apuestan por mecánicas de gasolina pequeñas, con turbocompresor, la japonesa lo hace con motores atmosféricos de más cilindrada, pero igual de eficientes. Si todos apuestan por cambios de doble embrague, Mazda lo hace con uno de convertidor de par pero muy bueno y comparable con los de sus rivales.

Pues ahora vuelve a marcar muchas diferencias con este nuevo modelo. Cuando todos los fabricantes apuestan por eliminar los motores diésel, Mazda ha desarrollado un nuevo propulsor de gasóleo, de seis cilindros en línea, con sus dos opciones de potencia, 200 o 240 caballos.
Ocho marchas
Con el cambio de marchas ocurre exactamente lo mismo. Los técnicos japoneses han desarrollado un cambio automático extraño, de ocho marchas. No tiene convertidor de par y tampoco es de doble embrague, sino que tiene un embrague diferente y que en nuestra primera toma de contacto ha funcionado muy bien. Pero no tiene pedal de embrague. Es decir, es un cambio automático con embrague.
El coche es grande, hay que hacerse a la idea de sus dimensiones, pero su comportamiento dinámico es bueno. El conductor puede optar por un modo de conducción Sport, que permite un mayor dinamismo gracias a sus suspensiones más firmes que reducen los balanceos de la carrocería. En cualquier caso, su potente mecánica híbrida enchufable mueve con soltura este vehículo, aunque nuestra prueba la hicimos por carreteras con velocidades bastante limitadas.
Esta mecánica PHEV combina un potente motor de gasolina de 2,5 litros y 190 caballos con otro eléctrico de 173 CV. Este último va situado a continuación del propulsor de gasolina y por delante del cambio. Con ello, la potencia combinada de esta mecánica es de 327 caballos. Esta potente combinación permite mover con soltura este modelo. Y gracias a una batería de litio de 17,8 kWh proporciona una autonomía de 63 km según el ciclo WLTP, que aumenta hasta los 68 km en una utilización urbana.
Cuatro modos
Además, el coche ofrece un selector de modos de conducción, con los habituales de un vehículo de este tipo, es decir Sport, normal o eléctrico. El selector de modos se sitúa por delante de la palanca de cambios y es una palanca fácil de accionar. A los tres modos habituales añade otro diferente, el modo off-road. Es una opción para los que quieran rodar fuera del asfalto y hacerlo de manera más eficaz y, sobre todo, segura.
Tengo que reconocer que en esta primera toma de contacto no pudimos conducir por caminos, para opinar sobre su funcionamiento en este tipo de terreno. En Alemania hay muchas limitaciones para poder rodar fuera del asfalto.

En cualquier caso, al menos en teoría no es un coche que sea muy apropiado para funcionar mucho tiempo en este modo off-road. Eso sí, según las versiones se ofrecen opciones de propulsión trasera o en el caso de las más potentes, también con tracción total. Esta es también diferente a la que emplean el resto de vehículos.
Propulsión trasera
En general, los híbridos enchufables que ofrecen tracción total en realidad lo que hacen es disponer de tracción delantera mecánica, mientras que la trasera se consigue con un motor eléctrico en el eje posterior. Con ello se evita el árbol de transmisión que pueda llevar parte de la potencia hacia el eje posterior.
En este caso, nuevamente Mazda apuesta por hacer las cosas de otra forma. Es propulsión trasera y por ello siempre lleva una transmisión desde el motor al eje posterior. Gracias a ello, la tracción 4x4 no es exclusiva de las variantes híbridas enchufables sino que también las versiones diesel y de gasolina podrán ofrecerla.
Su interior es muy amplio y su maletero es una referencia entre los SUV equivalentes con mecánica híbrida enchufable. La razón, una vez más, la forma diferente de hacer las cosas. Sus rivales llevan las baterías del sistema híbrido bajo el piso del maletero, pero en este caso van, como en los modelos eléctricos puros, bajo los asientos. Esto deja todo el espacio disponible en su maletero. Parte de 570 litros y llega hasta 1725 litros con la segunda fila de asientos plegada.
Nuevo CX-80
Este modelo, pese a su tamaño, solo podrá ofrecer cinco plazas, muy amplias, y ese generoso maletero que les mencionaba. En 2023 la gama de Mazda contará con otra nueva opción de SUV grande, el CX-80. En este caso se trata de una variante derivada del CX-60, unos 20 cm más larga, que ofrecerá las siete plazas en sus tres filas de asientos. Con el CX-80 no habrá cambios mecánicos interesantes, contará con la misma versión híbrida enchufable de 327 caballos de potencia combinada y las opciones de seis cilindros en gasolina y diésel.
Por lo que se refiere a sus terminaciones, la gama cuenta con cuatro opciones diferentes de acabado. La de acceso y por encima la opción Exclusive con un acabado intermedio. Como tope de gama, el Mazda CX-60 contará con dos alternativas diferentes, Homura como la opción de enfoque más deportivo y Takumi que representa el modelo más lujoso de la gama.
De momento, ya está a la venta la opción híbrida enchufable de 327 CV, mientras que las variantes de seis cilindros, tanto diesel como de gasolina, llegarán a partir de enero próximo. En cuanto a sus precios, el nuevo modelo parte de los 50.265 euros de precio recomendado, sin descuentos y sin la aplicación del Plan Moves III, al que se puede asociar este nuevo modelo en su versión híbrida enchufable.
El precio del CX-60 PHEV oscila entre los 50.265 euros del vehículo de acceso y los 57.368 del acabado Takumi. En cuanto a los diesel, el precio de partida será de 48.719 euros para la variante de 200 caballos, mientras que el de 254 CV, con tracción 4x4, supondrá un sobreprecio de unos 3.500 euros.