A pocos días de que se cumpla el 25 aniversario de la muerte de Lady Di en París, la casa de Silverstone Auctions ha vendido su coche por 650.000 libras (unos 765.000 euros). Una cifra que asciende hasta las 730.000 libras (casi 860.000 euros) si se tiene en cuenta la prima del comprador.
En concreto, se trata del Ford Escort RS Turbo negro que la Princesa de Gales condujo entre 1985 y 1988 y que poco más de 40.000 km. Dado que Diana Spencer prefería conducir su propio automóvil en lugar de utilizar la selección de Rolls-Royce y Daimler que ponía a su disposición la Casa Real de Inglaterra, el fabricante de coches estadounidense y el Comando de Protección de la Realeza (también conocido como SO14) decidieron adaptar la versión en blanco de este modelo a un tono más oscuro por motivos de discreción, lo que, en la práctica, lo convierte en un ejemplar único.
Asimismo, el departamento de ingeniería de vehículos especiales de Ford incorporó una parrilla delantera normal con cinco lamas, con el objetivo de contribuir a que pasará desapercibido, y un espejo retrovisor secundario para el oficial de protección y una radio en la guantera.
El precio de venta del coche de Diana de Gales ha batido un récord mundial que lo sitúa dentro del top 10 de su tipo, señala Arwel Richards, especialista en automóviles clásicos de Silverstone Auctions, a The Guardian. Tal ha sido el interés que ha despertado, que la casa de subastas asegura haber recibido el mayor número de ofertas telefónicas en más de una década.
No es el primer coche de Lady Di que sale a subasta. En 2016, la misma Silverstone Auctions vendió el Audi Cabriolet de 1994 de la difunta princesa por 54.000 libras (63,500 euros), incluida la prima. Más recientemente, en junio del año pasado, otro Ford Escort utilizado por Diana de Gales se vendió por 52.000 libras (más de 61.000 euros).
